Fans de San Román de Cameros.18/5/2024

Con la imagen de los paisajes de los Pirineos en las retinas de muchos pasopaseros, hoy hacemos nuestra escapada senderista al corazón del valle del Camero Viejo, volvemos a San Román de Cameros pilotados por el entusiasmo por nuestro compañero Jesús. Vemos de pasada desde el Collado de Sancho Leza una amplia panorámica del valle del río Leza iluminado por el sol matinal con tonalidades verdes primaverales, el ganado vacuno está pastando en las cunetas de la carretera y los habitantes de Laguna de Cameros están también dando su paseo matutino cuando pasamos en nuestros coches.

Al llegar conocemos a Alfonso, amigo y paisano de Jesús que hoy nos va a conducir la ruta y con él tomamos un café en el Restaurante Monte Real donde tendremos el gusto de comer mas tarde.

Seguimos a Alfonso hasta una zona ganadera donde atravesamos una puerta enmarcada por dos muros de piedra con dos grandes tinas  como adorno y con marcas rojas y blancas del GR 93 que marca la entrada a la dehesa boyal de San Román, donde antiguamente pastaban y se guardaban los animales de acarreo, pero hoy se ha convertido en un lugar boscoso y en un museo al aire libre.

Nos desviamos del sendero principal y caminamos por otro más estrecho rodeados de arbolado con jóvenes hayas y algún acebo, identificándose el canto del chochín entre otras aves con una aplicación de los móviles. La zona artística del bosque comienza a los pies de un cerro leyendo la poesía de Machado “Caminante no hay camino, se hace camino al andar “y junto al” árbol de la Cayetana” con una cruz tallada donde el cura de Torre en Cameros asesinó a la joven Cayetana, hacia primeros del siglo pasado, siendo una de las primeras noticias que aparecieron en las publicaciones escritas de la Rioja. Por aquí transcurría el camino que unía las localidades de Torre en Cameros y San Román de Cameros, Jesús recuerda que los niños bajaban a la escuela y un día a la semana se subían cargados con un saco de pan para todos los vecinos de Torre en Cameros.

Hacia la mitad del cerro buscamos la perspectiva correcta para hacer el puzle entre dos árboles pintados, se trata de una obra cuya autora es Concepción Jiménez Muñoz y que copia la pintura de René Magritte de 1965 “el cheque en blanco”.

La siguiente obra de arte la encontramos sobre un tronco caído y se trata de” la persistencia de la memoria “de Dalí (1931) más conocida por los relojes blandos y cuya autora es Marta Burgui Marín.

La última pintura en naturaleza muerta es la lata de sopa Campell imitando el cuadro de Andy Warhol “Campell´s soup cans” (1962) y cuyo autor es David Azpurgúa de Luis.

Todas estas obras de arte en la naturaleza forman parte de un proyecto impulsado por los vecinos llamado “Art-Eco” que consiste en dar vida a la naturaleza muerta y que quiere poner en valor a esta sierra riojana. Ya está en marcha el concurso para la selección de obras para este año.

Tomamos el bocadillo al sol junto al chozo de piedra de la dehesa, donde el dulero se guarecía mientras vigilaba al ganado y seguimos camino por el coto hasta llegar a su limite y atravesando la portera nos topamos con el campo pletórico de aliagas floridas a nuestro alrededor que nos ofrecen una animada visión y su fragancia mientras caminamos por el camino de Torre.

Cambiamos drásticamente de paisaje porque entramos en el hayedo de Sta. María, también llamado hayedo de Santiago, donde el sol apenas puede penetrar y se queda iluminando el verde claro de las lozanas hojas que forman grandes copas unidas dando lugar al microclima húmedo y obscuro del territorio inferior del bosque, el piso  está embarrado y deslizante por lo que vamos caminando con mucho cuidado a la vez que disfrutamos de grandes ejemplares de hayas y del verde primaveral de sus hojas sobre nuestras cabezas.

A Gema le parece que se ha hecho de día de nuevo cuando dejamos el territorio de hayas y llegamos al fondo del barranco junto a las pozas del río de Sta. María que atravesamos para subir hasta el despoblado de Sta. María de Cameros por una pista que trascurre paralela al río; el arbolado se diversifica por esta zona ya que aparecen los chopos junto al río y los pinos de repoblación que se plantaron hace años al expropiar ICONA los terrenos. Leemos que Santa María de Cameros se empezó a despoblar a principios del siglo XX y que está vacío desde los años 60, desde entonces el expolio ha sido importante y para remate un vecino la quemó en los años 80.

La casualidad hace que a las puertas del pueblo nos encontremos con un antiguo vecino de Sta. María de los que hacían el recorrido hasta S. Román para ir a la escuela, de forma que los cameranos Jesús y Chuchi (El de Santa María) emplean un rato en charlar animadamente sobre aquellos años.

Entre la ruina, visitamos los restos de su iglesia que fue dedicada a nuestra Sra. de la Asunción y vemos también el frontón con su bancada de piedra donde se sentaba la gente con una fuente detrás de él, al lado, nos explica Alfonso, se encuentra también los restos del edificio de la escuela.

Al bajar la colina vemos antiguos bancales de probables huertos próximos al pueblo y la floración amarilla de las aliagas siguen recreándonos la vista y el olfato. La lluvia aparece y el último tramo de pista hasta volver a San Román de Cameros lo hacemos con chubasqueros siguiendo el curso del Río Sta. María con pozas y pequeños saltos, vemos la zona de Villa Cristina con su piscina como depósito de agua para usar en caso de incendio y el sonido de cencerros en la ladera de la montaña lateral es constante.

Una costumbre que tenemos y que no se nos olvida estemos donde estemos es la de tomarnos un aperitivo al finalizar la ruta, así que nos dirigimos al centro social de San Román mientras nos fijamos en la fachada de la ermita al lado de la carretera que fue construida en 1922 por Dª Francisca Bermejo en estilo neogótico bajo la advocación de la Virgen del Carmen.

Ahora nos toca probar, descubrir y disfrutar de la gastronomía y productos de la zona ya que por aquí hay un buen yantar con patés, embutidos y mazapanes de Soto. Para ello, Jesús ha reservado mesa en el Restaurante Monte Real que es famoso por su comida casera hecha con buenos ingredientes y podemos dar fe de ello: caparrones, borraja, manitas, callos, bacalao … nos damos un pequeño festín acompañado de un vino de Rioja y probamos licores caseros como el de maguillas, pacharán  y el cocón.

De nuevo en marcha para patear y conocer S Román de Cameros, caminamos por sus calles empedradas de forma artística con dibujos de adoquín en los umbrales de sus puertas; asombrosos caserones orientados al este y al sur con tres o cuatro plantas con solanas en el piso superior bien conservados y floridos con macetas conjuntadas que dan un ambiente animado y acogedor. Algunas fachadas están blasonadas como la que nos muestra Alfonso con el escudo de Valdeosera ya que en este pueblo se encuentra el Archivo del” Muy Noble, Antiguo e Ilustre Solar, Señorío y Villa de Valdeosera “que es, junto al Solar de Tejada, la más antigua institución nobiliaria de España vigente en la actualidad que se remonta al S IX en las gestas de la reconquista.

En plaza del Olmo o de la Fuente nos espera Primitivo Santolaya con su sonrisa y con su amabilidad. Algunos ya lo conocimos en nuestra anterior ruta y ya entonces nos enseñó con orgullo su pueblo, hoy se anima también a dar una vuelta con nosotros a pesar de estar un poco acatarrado y con sus grandes llaves que abren asombrosas y antiquísimas puertas nos lleva a uno de los edificios mas llamativos del pueblo porque tiene dos solanas donde se conserva una fragua que se podría poner en funcionamiento en cualquier momento.

Seguimos caminando y vemos la fuente de los tres caños de estilo neoclásico que data de 1804 bajo una casona del S XVIII. Esta fuente fue donada por Diego de Agreda y Martínez de Cabezón. La última visita es a la Iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción que destaca en la cúspide del pueblo. Un pórtico restaurado alberga la puerta de la iglesia del S XIII que nos da acceso a la única nave con su retablo mayor en nogal dorado donde está, entre otros, la Virgen del Val que es Románica del S. XII y la imagen de S. Sebastián que es el patrón del pueblo. En el crucero derecho vemos otra virgen sedente que perteneció a Sta. Mª de Cameros del S XIV.

La sacristía es un pequeño museo de muchas piezas antiguas que han venido de los pueblos cercanos vacíos como ocurre también con alguno de los retablos que hay en medio de la nave que pertenecieron a Velilla como el de Sta. Bárbara. Al mirar hacia la parte trasera superior de la nave vemos un coro al que también se nos permite subir y donde podemos admirar su sillería de nogal de estilo neoclásico con relieves policromados, bajo relieves, un facistol y un armonio. Viejos estandartes cuelgan de las paredes y una pila bautismal austera del S XII destaca también en un lado de la nave

Bajamos por las escuelas que están en la plaza de D. Simón de Agreda que fue el fundador de la primera escuela gratuita en esta localidad, con su busto en la plaza a él dedicada que lleva la leyenda “niños de S. Román: aquí os doy el pan de la inteligencia” y por el monumento a los emigrantes que no olvidaron sus raíces y que volvieron trayendo inversiones y cultura para sus conciudadanos. Un vistazo a la fachada del ayuntamiento y una última foto con Primitivo en el banco morado para decirle adiós y darle las gracias por su compañía y explicaciones una vez más, quedando Alfonso invitado a caminar por Soria con nosotros cuando le apetezca.

Nos vamos ya avanzada la tarde, hemos pasado una jornada senderista especial conociendo en detalle la serranía Riojana gracias a Jesús y Alfonso, descendientes de los que dejaron estos pueblos y que hoy se esfuerzan por seguir manteniendo la vinculación con sus orígenes dando prestigio y mostrando el  atractivo y riqueza de la zona de Cameros.

Soria paso a paso ya somos fans de S. Román de Cameros y volveremos…

Emi