Purujosa barranco de Valcongosto (29-09-2018).

 

Recuerdo lo emocionados que nos contaban Ángel y Julián sus andanzas por estos parajes y las dificultades de la ruta que exploraron y sus ganas de enseñarnos este territorio que tanto les había impresionado. Yo hoy no me veo capaz de transmitir la cantidad y calidad de sensaciones que hemos vivido, por lo que daré unas pinceladas de lo que me parece más importante, desistiendo de antemano de conseguir plasmar lo que la vegetación, orografía, paraje, época, climatología y compañía nos ha regalado esta mañana.

Salimos de Soria a las 8 y volvemos a las 15, almorzamos a las 11 y nos tomamos una cerveza tras acabar la ruta, en este caso en Beratón, entre tanto hemos saboreado el recorrido de unos 9 km, con un desnivel de 426 metros, se clasifica según el Mide como nivel de esfuerzo 3 e IBP 40 HKG.

Purujosa es el primer pueblo de Aragón que linda con Beratón, en el parque natural del Moncayo, a una distancia de más e una hora en coche.

Hemos contando con un diseño de ruta que nos ha protegido del sol de la mañana y que ha guardado la zona del agua para el final, para ello y como ya he indicado, Ángel y Julián han investigado la ruta anteriormente y han puesto a nuestra disposición un tramo seleccionado para nuestro disfrute, adecuándolo a nuestras exigencias de esfuerzo y horario y además no han dudado de regalarnos su tiempo y conocimiento. Gracias.

Iniciamos el paseo sobre las 9,30 recorriendo el pueblo y ascendiendo a buscar la senda que nos llevará por los barrancos, nos sorprende lo escarpado del terreno y cómo es muy difícil el acceder con vehículos, no existiendo aparcamiento y utilizando un semáforo para que la estrecha calle pueda ser usada en un único sentido cada vez, existen distintos rótulos que nos llaman la atención como los siguientes:

 

 

 

Se observan terrazas que parecen eras de pan trillar, colgadas en la montaña y totalmente empedradas.

 

Subimos por el pueblo y en el primer kilómetro ya hemos subido unos 150 metros, lo que nos permite divisar las muelas de Baratón, Barrevinoso, Tolmo, Cuartún, y distintos picos peñascos, desde el mirador sobre el barranco de la leche que culmina el pueblo.

Tras admirar este paisaje bajamos al barranco se encuentra seco y vistamos el templete de la Virgen de la leche, para después subir por el GR-90-2 por el barranco Cuartón que también va seco, por el que ascendemos y vemos su cueva del mismo nombre, también se observan numerosos corrales de ovejas, lo que nos da idea de su pasado, cuando nos encontramos con el barranco de la Hoya, aprovechamos la sombra del pinar para almorzar y bajando por este nuevo barranco sin agua, hasta llegar al barranco de Valgongosto, que sí lleva agua, aunque no mucha.

La mañana limpia y adecuada, con ráfagas de viento cálido del valle del Ebro, que nos sorprende por el contraste con lo esperado a esas horas.

El paisaje dominado por una fuerte erosión provocada por la agresividad que el valle del Ebro efectúa en esta zona sobre el valle del Duero, y que, según la excursión del Geología de hace dos años, poco a poco va modificando la cuenca, es de destacar que según lo dicho ese día lo cercano en el tiempo, tiene miles de años.

Hoy volvemos a contar con Alberto lo que nos permite conocer mejor la vegetación que visitamos y que es de tipo mediterráneo, en la que discurre nuestra mañana y que se mueve entre los 900 y 1200 metros de altitud, pero aun así se observa de un porte superior a otras zonas de nuestra provincia con altitudes y vegetaciones similares. La influencia del valle del Ebro, su protección entre barrancos, de los vientos fríos del norte, su orientación al este, genera un microclima con ejemplares más desarrollados, como este pistacea terebintus, conocido como “cornicabra” tan florido y esbelto.

 

 

Las zarzas llenas de grandes moras y maduras, endrinas, espliego, y varias plantas cuyos frutos se encuentran pletóricos y maduros alimentando la fauna de la zona, como se observa en las heces que se ven en transcurso de la mañana, muchas veces depositadas cuidadosamente sobre piedras limpias.

Hoy hemos degustado frutos principalmente moras que encabezados por Julián nos indica las que están especialmente exquisitas.

Volvemos a ver los restos de los jabalíes sobre los troncos del pino laricio o nigra, el cual ha perdido su corteza al rascarse en ellos, la huella en algún árbol es evidente y denota las dimensiones del jabalí que se rasca en ellos, así como la altura de los Jabatos que le acompañan.

Caminamos por el barranco de Valcongosto donde se encuentra el paso del estrecho de Gibraltar, paredes de roca excavadas por la erosión por donde no queda más remedio que utilizar el cauce del río para poder avanzar, saltamos por las piedras intentando evitar mojarnos, misión que a pesar del escaso cauce, resulta difícil. La belleza y grandeza del cañón impone, no siendo excusa para simular el juego del calderón y reírnos con las situaciones que el lugar y momento nos deparan.

Tras el impacto del estrecho, llegamos a la carretera en las afueras de Purujosa, en este caso a las exquisitas moras se unen higueras pletóricas y maduras que degustamos. La llegada a Purujosa por su parte baja al este, nos obsequia con sus casas colgadas en la montaña orientada al sur, nos recuerda a Cuenca y vemos casas recuperadas y reconstruidas con muchas puertas cerradas protegidas de las lluvias por tableros, losas de piedra etc. lo que indica que una gran parte de la población utiliza el pueblo como lugar de recreo y descanso.

 

En este caso tomamos nuestra cerveza en Beratón en donde nos sorprende el magnifico bar y donde se exponen unas inmensas calabazas y tras animada charla con los vecinos, nos cuentan que esperan un grupo de senderistas que recorren la zona, y a los que tienen varias mesas preparadas. Resulta que uno de los interlocutores es pariente de Elisabel cuya familia materna desciende de estos lares.

Regresamos, rememorando e intentando guardar la mañana en nuestro patrimonio, satisfechos y felices por las vivencias que vamos atesorando.

 

 

José Antonio Martínez

Septiembre 2018