Tres Provincias – Peñas Blancas- Urbión – Fuentes del Duero.
Este sábado 1 de junio se nos presenta una ruta muy atractiva aunque con un poquito más de dificultad, como ocurre siempre que se tiene como meta nuestro mítico Urbión.
Si hasta ahora habíamos ascendido desde la Laguna negra, hoy lo haremos por Duruelo. Antes de llegar tomamos un desvío y seguimos por una pista asfaltada donde encontramos caminando a un nutrido grupo de senderistas que volvemos a encontrar al finalizar ésta en el aparcamiento, cuando ya nos disponíamos a iniciar la ruta.
Pertenecen al club senderista de Covaleda “De dos caminos, el peor” y hay intercambio de saludos con algunos de los integrantes de nuestro grupo.
Aunque vamos todos a Urbión, allí mismo nuestros caminos se bifurcan, nosotros seguimos una senda que deja a la izquierda el refugio conocido como el Bunker y transcurre entre altos pinos silvestres, a veces centenarios de ancho tronco y extensas ramas hasta que la pérdida paulatina del número ejemplares y la envergadura de los mismos nos va mostrando el ascenso, a la par que nuestro más lento caminar y aliento entrecortado.
Entre la masa arbórea que se divisa vamos distinguiendo Duruelo, Regumiel…, así como las cumbres que vamos a visitar.
Ya en la cima de Tres provincias tenemos a la vista Soria, Burgos y La Rioja, podemos ver la Sierra de la Demanda hacia el norte, la Sierra Cebollera al este, las verdes montañas que vimos en la ruta de Las Viniegras… y restos de nieve tardía.
Hemos descendido para volver a ascender a otra cumbre que hemos venido viendo, Peñas blancas. En el camino nos sorprende una esplendida y cercana vista de la laguna de Urbión
El circo glacial que la rodea aún con nieve, que en la pared izquierda adquiere la forma de un gran dinosaurio siguiendo unas misteriosas huellas que recorren la cuerda montañosa. Nieve que también encontraremos muy pronto a la vera de nuestro camino y servirá para refrescar y paliar el calor de la jornada.
Vamos divisando las Tablas de la ley, dos rocas una frente a otra. Llegados a este punto encontramos un espectacular paisaje de peñascos de originales formas.
Atravesaremos las grandes moles de Peñas blancas y paisajes de ensueño.
Pasamos por un curioso terreno sembrado de rocas blancas, y nos quedamos allí para retomar fuerzas con nuestro almuerzo, acompañado por la riquísima tortilla y los cafés que hay que agradecer a los compañeros, además de la elaboración, el hecho de cargar con ellos; también, por supuesto, los chocolates, galletas y frutos secos
que se prodigan en nuestro grupo.
Tras el merecido descanso, entre dos cortados nos vuelve a sorprender otra magnifica vista de la laguna de Urbión.
Coronando la muela de Urbión se divisan diminutas figuras que desde la lejanía pudieran parecer una colonia de aves rapaces, pero la realidad es que su cumbre ya está repleta de excursionistas que nos han adelantado en la visita a los picos (porque hay dos salientes) más famosos de la provincia de Soria.
Según nos acercamos se van definiendo las figuras humanas y pronto somos nosotros los que vamos trepando por las grandes rocas hasta hacer cumbre y convertirnos en veinte figuras más pululando por los Picos de Urbión (picos y no pico porque hay dos salientes).Hay que esperar y hacerse a un lado en un angosto e irregular terreno, después otra vez hasta que otros grupos dejen libre el peñasco donde está ubicada la cruz que indica el punto más alto. Al fin logramos reunir allí al grupo para la correspondiente fotografía y colocar en la cruz del vértice una cinta azul de Soria paso a paso que
nuestra compañera Emi ha tenido la estupenda idea de llevar.
Cierto es que Urbión está petado, así como la dificultad del ascenso y posterior descenso pero no son sino meras anécdotas de una ruta maravillosa hacia una cumbre que merece la pena coronar, por el simple hecho de alcanzarla (atávica practica del ser humano) y, por supuesto, disfrutar del grandioso paisaje del valle de Urbión rodeado de sierras, lagunas y circos glaciales; no muy lejos de donde nos encontramos se ve Zurraquin, destino de nuestra próxima la ruta y que promete ser
también espectacular.
Los Picos de Urbión constituyen una de las sierras más elevadas del Sistema Ibérico con su cumbre de Urbión de 2228 metros. Sierra que hace de divisoria entre las cuencas del Ebro y el Duero.
En el descenso pasamos por el ventanal natural que se asoma a la Rioja y el altar de Urbión, ya mencionado en un artículo periodístico de allá por el año 1928.
El siguiente hito de nuestro itinerario son la fuentes de Duero, hay trechos que continúan siendo casi tan complicados como bonitos, atravesando roquedos y cursos de agua. Nos cruzamos con numerosos senderistas tanto en el camino como en el mismo nacimiento de nuestro querido río Duero, sobre el que deseo extenderme un poco más de lo habitual, puesto que es uno de los principales elementos de muchas de nuestras rutas.
El nacimiento del padre Duero se sitúa en la vertiente meridional de los Picos de Urbión a 2.160 m. de altura, donde hay un monumento que indica el hermanamiento de Duruelo, municipio al que pertenece este paraje, con Oporto el de su desembocadura. (¿Llegarían las pequeñas barcas de pizarra que generaciones de niños sorianos elaborábamos y lanzábamos al rio a su paso por Salduero, a navegar junto a algún hermoso barco rabelo de los que transportan barricas del afamado vino de Oporto?)
Si Oporto es conocido por su excelente vino, en España no podemos olvidar que las aguas del Duero también riegan los viñedos de las comarcas vitivinícolas más afamadas del sur de Europa con varias denominaciones de origen: Arlanza / Arribes / Cigales / Ribera del Duero / Rueda / Tierra de León / Tierra del Vino de Zamora / Toro.
Las tierras bañadas por el Duero atraen a numerosos visitantes, además de por sus vinos y gastronomía, por sus espacios naturales convertidos en parques naturales y reservas medioambientales, por su cultura y por sus variadas y antiguas tradiciones.
En cuanto a su historia es tan amplia que aún resumiendo es imposible de abordar, su cauce está jalonado por importantes acontecimientos históricos y un rico Patrimonio Histórico Artístico. En concreto en Soria podemos encontrar el más bello románico en cualquier pequeño pueblo, así como conjuntos arqueológicos en cualquier paraje.
Son varias las provincias que recorre el río Duero en sus 897 km de camino, con tramos muy diferentes entre si.
“Comienza en la provincia de Soria y durante 73 Km discurre entre fuertes pendientes de una media de 15 m/Km, hasta alcanzar los 1.100 m. de altitud en la presa de la Cuerda del Pozo. “(Y añadiría por lo que vamos viendo en nuestras rutas la frecuente formación saltos de agua y cascadas.)
“Después pasa por las provincias de Burgos, Valladolid, Zamora y Salamanca. Durante 500 Km. el río desciende con una suave pendiente de 1 m/Km creando numerosas terrazas fluviales.
Al llegar a Zamora y Salamanca conocida como los Arribes, el Duero se encaja estrechando su cauce y descendiendo bruscamente 400 m. de desnivel con una pendiente media de 4 m/Km.
Ya en tierras portuguesas, el Océano Atlántico, en Oporto, el río Duero tiene una pendiente muy escasa de 0,6 m/Km., lo que permite que sea navegable.” (http://www.lasendadelduero.com/el-duero/)
El río que posee la mayor cuenca hidrográfica de la Península Ibérica mana entre las rocas con la belleza de la sencillez más absoluta. El manantial baja un pequeño trecho para iniciar, entre el rumor de sus aguas límpidas y heladas, ese hermoso y largo camino de 897 km.
Junto al río recién nacido, se ha colocado un panel con la primera estrofa de un poema de Gerardo Diego:
Río Duero, río Duero,
nadie a acompañarte baja;
nadie se detiene a oír
tu eterna estrofa de agua.
Poema dedicado a Soria y que no captó la relación entre la ciudad y su río que siempre ha tenido quien escuche su eterna estrofa de agua, aunque hoy apenas sea audible y sea otro su cantar, el del río hermoso, ancho y placido en que se convirtió aquel joven Duero cantado por Machado al construir el embalse de los Rábanos,
evitando sus constantes desbordamientos.
Este es el quid de la cuestión y ese darle la espalda de la segunda estrofa del poema de Gerardo Diego, preservar a la población de los estragos de las crecidas del río.
“Desde el punto de vista hidrológico, el Duero es un río singular. Al hecho de ser, en régimen natural, el de mayor aporte de la Península Ibérica, se añade su gran variabilidad intra e interanual, lo que causaba, antes de la regulación de las cabeceras, que los tramos bajos de los ríos principales se quedaran prácticamente secos durante los veranos con estiajes muy pronunciados, y anegados catastróficamente durante los inviernos, con puntas de caudal que en algunos casos han rebasado en treinta veces el valor modular del Duero. Por eso, a mediados del siglo XX el Duero era el río con las avenidas más cuantiosas de Europa entre sus equivalentes.” (http://www.lasendadelduero.com/el-duero/)
Para contrarrestar esta fuerte variabilidad de caudal hay 15 embalses construidos en la cuenca del Duero.
Vayamos ahora, con la ayuda inestimable de la wikipedia, a conocer algo sobre el origen del nombre de nuestro querido río. Topónimo que es parte de la historia y del nombre de los pueblos por los que fluye y una parte importante de la historia particular de casi todos los sorianos.
“Proviene del latín Durius flumen, y que a su vez podría tener su origen en la raíz celta dubro y éste del protocelta Dur cuyo significado podría ser “agua”.
Los romanos podrían haber adoptado este nombre de las tribus celtas que habitaron a lo largo de su curso y que adoraban al dios Durius, personificación del río Duero y que se le representaba sosteniendo una red de pesca.”
Pero ya va siendo hora de retomar y finalizar la crónica de la ruta que ha quedado inconclusa.
Desde el nacimiento del Duero hasta el aparcamiento hay que caminar aún un buen trecho, el sol de mediodía, el cansancio que ya se hace notar y la línea vegetativa van marcando nuestro avance hasta que el encuentro con los grandes pinos silvestres que vimos al principio señalan el final de una magnifica ruta, concluida con la satisfacción del hecho de ir salvando etapas, los increíbles paisajes por los que hemos pasado y como siempre la buena compañía.
Ana Mª Abajo 01/06/ 2019
Interesantísimo como siempre, redisfrutamos la ruta y aprendemos muchas cosas. Gracias compañera.
Interesantísimo como siempre, redisfrutamos la ruta y aprendemos muchas cosas. Gracias compañera.