RUTA RECORRIENDO FUENTES DE MAGAÑA, CERBON Y MAGAÑA.
El relato de nuestra ruta de hoy 25 de Mayo de 2019 va dedicado a la siempre joven Chispi, porque vamos a caminar por su tierra de la que ella se siente muy orgullosa y por este motivo esta mañana se le aprecia especialmente radiante y contenta.
Nos dirigimos hacia al noroeste de nuestra provincia, vamos a conocer unos pueblos que pertenecen a Tierras altas de Soria: Fuentes de Magaña, Cerbón y Magaña.
El recorrido desde la capital es largo y después de subir por una serpenteante carretera llegamos por fin a Fuentes de Mañana dónde nos recibe el gran Saurópodo a tamaño real al que los lugareños llaman Dinopincho y que marca el inicio de la ruta de las icnitas recorriendo varios pueblos de esta comarca.
Los dinosaurios vivieron aquí hace mas de 140 millones de años y dejaron sus huellas en esta tierra, entonces llena de lagunas y fangos; cerca del dinosaurio nos entretenemos viendo uno de los yacimientos arqueológicos (Miraflores) con las marcas de sus enormes patas en la caliza.
La maqueta del brontosaurio con 32m. de longitud y 8m de altura no nos deja indiferentes, no solo por su tamaño, ya que se trata de la representación de un dinosaurio mas grande del mundo si no por su gran realismo en las arrugas y textura de la piel. Su autor es el escultor Ricardo González.
Entramos en Fuentes de Magaña por el barranco que es una zona de huertos con frutales y recorremos sus calles, pasamos por la plaza con su fuente dónde saludamos a una vecina y subimos hacia la parte alta de la localidad para pasar por su iglesia de la Inmaculada Concepción que Chispi cuida y limpia cuando se precisa, y siguiendo por esta calle pasamos por la escuela de niñas y por su cementerio para salir a campo abierto y ver que ante nosotros se encuentra ya el siguiente pueblo que es Cerbón.
Siguiendo la recomendación de nuestra anfitriona nos acercamos a la iglesia de S.Pedro apóstol, nos explica que es un templo muy especial porque es uno de los pocos testimonios de iglesia románica con dos naves y como consecuencia dos ábsides semicirculares que es lo que podemos ver en su exterior y adosado a los éstos se encuentra el cementerio de la localidad .
La iglesia data de finales del siglo XII y tiene una portada que sobresale del muro con tres arquivoltas asentadas sobre capiteles con dibujos florales. El último capitel con su columna está reconstruido. Los aleros están adornados con canecillos, muchos de ellos representando caras. Una robusta torre completa el conjunto del templo y pensamos que nos queda pendiente descubrir su interior. Esta exclusiva iglesia se merece un pueblo afín y al pasear por las calles de Cerbón nos damos cuenta de que en efecto estamos también ante un pueblo inesperadamente especial, reconstruido, bien conservado, limpio y con Cerboneros muy simpáticos que nos arrancan la sonrisa con sus comentarios.
Su arquitectura es especial también por las piedras en forma de lajas oscuras que son típicas de las Tierras altas, y nuestra compañera nos muestra el edifico” multifuncional” que siempre hay en estos pueblos pequeños, aquí se celebra incluso la misa cuando hace frío, nos cuenta Chispi.
Nuestro sendero va descendiendo por las calles de Cerbón y seguimos viendo fuentes y pozos de agua que abastecen sus huertas y jardines que están llenos de flores multicolores. Lavadero que no falte e incluso una pequeña piscifactoría.
Dejamos Cerbón subiendo a campo abierto y el aire comienza a azotarnos, hallamos la cosecha de cereal muy aventajada y los sembrados resplandecen en diferentes tonos verdes cuando el viento provoca olas sobre su superficie haciendo que el verdor cambie con diferentes claroscuros. Hacemos una visita rápida al punto geodésico de Coronillas (1.160m) porque el viento arrecia y regresamos al sendero entre los trigos.
Dejamos el fértil suelo para empezar a pisar abruptos terrenos calcáreos, con abundante vegetación arbustiva hoy muy florida, con tonos amarillos, blancos, morados y muy olorosa, el tomillo en flor nos llena de sensaciones placenteras .Este territorio escarpado y rudo se va empinando hasta convertirse en una quebrada cuya base es un río, hoy ausente pero que hace cambiar el paisaje por completo .Un bosque de encinas principalmente nos rodea ahora y caminamos en fila de a uno en la ladera de la brecha. Vamos descendiendo y disfrutamos del silencio y el confort que proporcionan la protección de las ramas, porque el aire se ha quedado arriba.
Tímidamente va apareciendo el río y comenzamos a ver grandes y torcidos troncos de tremendas encinas, un árbol nos llama
poderosamente la atención por su gran tamaño, su perfecto porte y su distinguida copa de color verde intenso, entre la que se infiltran los rayos del sol; nos quedamos admirándolo y pensando qué tipo de árbol puede ser. Mas adelante vemos otro ejemplar similar al que le damos un gran abrazo y otro a Angel parar que no sienta envidia. En este punto y recordando las lecciones de nuestro experto Alberto caemos en la cuenta de que estamos ante quejigos cuyo follaje está recién estrenado.
El estrecho cañón se va abriendo a medida que el río se va ensanchando también y al salir de él unos peñones a mano izquierda en tomos ocres y rojizos nos deja perplejos.
Vadeamos el río y reponemos fuerzas junto a él; estamos rodeados de chopos de los que se desprenden sus semillas en forma de pelusas para ser diseminadas por el viento y parece que nevara. Charlamos, reímos y pasa la bota y la tortilla entre los senderistas gracias a la generosidad de Agnelo que no se cansa de proporcionárnoslas.
Nuestro siguiente destino es Magaña y para llegar allí tenemos que subir una gran montaña, vamos dejando el río Alhama en su vaguada porque nosotros vamos ascendiendo paulatinamente hasta que solo escuchamos el agua allá abajo en la profundidad abismal, da un poco de vértigo asomarnos hacia nuestra derecha, seguimos el camino en fila india y tras zigzaguear un buen rato alrededor de la montaña llegamos a un alto en el que nos sorprende la silueta del Castillo de Magaña, majestuoso sobre su colina dominando el valle del Río Alhama.
Descendemos ahora para llegar junto al río y a los pies de la fortaleza y comenzar a subir de nuevo hasta ella..No podemos esperar para visitarla, fascina su poderosa imagen y tras subir por una empinada y empedrada calle podemos recorrer sus contornos hasta llegar a la torre Central del Homenaje.
Estamos en el Castillo de la Nava del Marqués del siglo XV y fue unos de los principales castillos señoriales de le época.
Es importante saber que su torre del homenaje es muy anterior al resto del castillo, su origen es bereber y data de los siglos IX-X y forma parte de un conjunto de otras torres aisladas con el mismo origen , levantadas a lo largo del valle del Rituerto como la de Masegoso, Trébago, Noviercas, Castellanos, La Pica o Aldeapozo.
Paseamos por las calles de la parte alta del pueblo y vemos la iglesia de San Martín de Tous del siglo XVI con su ábside poligonal. La carretera divide al pueblo en dos partes pero la parte de abajo ya no la vemos, es hora de descansar, tomar nuestro vermouth y celebrar el cumpleaños de nuestra querida Pilar.
En estos momentos de relajación y convivencia comentamos nuestra impresión de todo lo que hemos visto y es general la opinión del grupo sobre que nos ha entusiasmado conocer estos bellos y todavía poblados pueblos Sorianos, hemos sentido que todavía tienen mucha savia y vigor y deseamos que nunca desaparezcan.
Entretenido, dispar y emocionante derrotero pasopasero porque hemos visitado pueblos,iglesias y castillos, hemos pasado de campos de cultivo a un cañón con su río, hemos atravesado un bosque y hemos subido montañas.¿ Alguien puede pedir mas ?.
Solo nos resta pasar una buena semana con nuestras baterías bien recargadas por las tierras de Magaña.
Emi
Emi.
Estupendo relato,Emi.
Precioso, y conciso relato.
Precioso, y conciso relato.