PICO FRENTES-COLOCACIÓN BELÉN NAVIDEÑO
unirnos a este rito de llevar hasta nuestras montañas el testimonio y reconocimiento de los valores y creencias emanados de un hecho lejano en el tiempo que venera la cristiandad en cualquier rincón del mundo.
querido elevar a las alturas de nuestro pico Frentes y dejar en la montaña por algún tiempo la representación de un recuerdo secular que inspira una relación humana más cálida, generosa y solidaria.
A la hora programada, arranca la comitiva desde el lugar habitual de concentración para dirigirnos hasta el pueblo de Fuentetoba, origen de nuestra ruta. No enumero a todos los participantes para no hacer más extensa esta crónica. Sí, en cambio, cabe mencionar que fue necesario hacer uso de cuatro coches para trasladarnos hasta el lugar convenido: había que transportar a diecisiete andarines. La subida al pico Frentes es suave y el camino se hace “amable” para su recorrido. Nos flanquean a ambos lados de la ruta bosques poco espesos de encinas y algunos enebros que se mezclan con la anterior especie dominante de esta ladera. La mañana es plácida y el grupo camina estirado, formando una serpiente multicolor, aunque el azul uniforme que identifica al grupo predomina sobre el resto de la gama cromática, enriquecida con el atrezzo colorido, típicamente navideño, que algunas de nuestras chicas (Reme, Chus…) han repartido a la salida, como gorros estilo papá Noel, cuernos de alce, coletas colgantes sobre el gorro tipo “Pipi, calzas largas”, gafas de visión ampliada (?) y complementos variados de innegable simbolismo navideño. Otros portan en sus mochilas instrumentos de percusión (entiéndase pandereta) o de viento ( también llamado turuta), para su uso en lo alto de la montaña, cuando llegue el momento de poner música a los villancicos.
El resultado musical se puede comprobar en el audiovisual preparado por Angel. O sea, no es para presentarlo a un casting de OT. En cambio, el momento gastronómico resultó mucho más ameno, gratificante y solidario. Ya expresé en un breve mensaje de whatsapp el deber grupal de reconocimiento de gratitud a las chicas que departieron sus productos de forma generosa entre todos nosotros, así como a los chicos que ofrecieron, sin ánimo de rivalizar con las féminas, el mismo trato solidario de sus viandas y bebidas navideñas al resto de los allí presentes. Pero hubo dos notas relevantes, que ponen de manifiesto ese talante solidario, presente en nuestro grupo, al que me he referido al hablar del espíritu de la Navidad:
por un lado, el gesto sencillo, pero entrañable, de celebrar con dos velitas sobre la ya esperada tortilla (a falta de tarta) el reciente cumpleaños de quien provee de este tradicional recurso campero. Mi agradecimiento por este gesto. Y la otra anécdota tiene como protagonista a un ausente de la excursión que nos ocupa.
Nuestro amigo y compañero Julián, no pudo asistir al evento. Poderosas razones familiares le impidieron acompañarnos. Pero en su ánimo estaba sorprendernos con su presencia virtual en lo alto del pico. Dos días antes hizo la misma ruta que nosotros y dejó oculta en una bolsa de plástico una botella de champán bajo una encina, muy cerca de donde estuvimos celebrando nuestra particular fiesta, para que tuviéramos la oportunidad de brindar por su ausencia-presencia. Este cronista avistó la citada bolsa de plástico, pero
ningún signo exterior hacía pensar que contenía una botella de champan. Al contrario, pensó que algún desaprensivo había dejado bajo la encina los desperdicios de una jornada campera y no le atribuyó otro contenido. Cuando finalizamos el recorrido y nos encontrábamos en la cantina de Fuentetoba, tomando el refrigerio propio del final de una caminata, recibimos un mensaje de
Julián, preguntándonos si habíamos descorchado la botella de champan que había depositado bajo la encina. Sentimos ganas de “despellejarlo” por la tardía comunicación de sus buenos deseos…. Pero nos quedamos con su intención, que revela la calidad humana de nuestro compañero aunque, en este caso, nos hubiera gustado disfrutar realmente de su sincera generosidad.
y de nuestras aspiraciones.
Soria, 17 de diciembre de 2016