CIDONES-EL PANTANO 14/01/2017
Siempre las
previsiones de mal tiempo se traducen en optar por salir o quedarse en casa. Ante
la incertidumbre los ocho que acudimos a la cita en el Lago apostamos por continuar
con la esperanza de disfrutar y ¡vaya que si lo hicimos! No faltó ahí el
impulso de Julián y la firme decisión de los que llevaron sus coches (Luis y
Alberto). A las nueve, Maribel, Julia, Miguel, Alberto, Julián, Luis, José
Antonio y la que suscribe, iniciábamos en Cidones la ruta prevista y allí
regresábamos cuatro horas y media después.
previsiones de mal tiempo se traducen en optar por salir o quedarse en casa. Ante
la incertidumbre los ocho que acudimos a la cita en el Lago apostamos por continuar
con la esperanza de disfrutar y ¡vaya que si lo hicimos! No faltó ahí el
impulso de Julián y la firme decisión de los que llevaron sus coches (Luis y
Alberto). A las nueve, Maribel, Julia, Miguel, Alberto, Julián, Luis, José
Antonio y la que suscribe, iniciábamos en Cidones la ruta prevista y allí
regresábamos cuatro horas y media después.
Han sido
dieciocho Km de recorrido por caminos de arena, cubiertos al principio por una
fina capa de nieve escarchada que dejaba ver las hojas secas, senderos con
huellas recién hechas, robles centenarios y muy al principio nieve diminuta en
el ambiente que se dejaba notar en la cara.
dieciocho Km de recorrido por caminos de arena, cubiertos al principio por una
fina capa de nieve escarchada que dejaba ver las hojas secas, senderos con
huellas recién hechas, robles centenarios y muy al principio nieve diminuta en
el ambiente que se dejaba notar en la cara.
Julián era el conocedor de
la ruta y así lo ha demostrado. Después de atravesar una zona de pasto de
vacuno haciendo al lado a sus ocupantes y cruzar varias porteras, divisamos a
lo lejos el Pantano del Duero en Soria, con el pueblo de la Muedra en la
memoria de Maribel y de Julián. Siguiendo la estela de la Sierra de Cabrejas
allí nos presentamos. La falta de agua ha dejado al descubierto desniveles en
cascada, rocas erosionadas y paisajes en miniatura que parecen cuevas
dispuestas a ser habitadas.
la ruta y así lo ha demostrado. Después de atravesar una zona de pasto de
vacuno haciendo al lado a sus ocupantes y cruzar varias porteras, divisamos a
lo lejos el Pantano del Duero en Soria, con el pueblo de la Muedra en la
memoria de Maribel y de Julián. Siguiendo la estela de la Sierra de Cabrejas
allí nos presentamos. La falta de agua ha dejado al descubierto desniveles en
cascada, rocas erosionadas y paisajes en miniatura que parecen cuevas
dispuestas a ser habitadas.
Una ruta sencilla, sin apenas dificultad e invernal al principio, dio
paso a un paisaje de cielos variados, colores únicos y espacios cubiertos por
el agua del pantano y ahora transitados.
paso a un paisaje de cielos variados, colores únicos y espacios cubiertos por
el agua del pantano y ahora transitados.
Había que continuar y después del almuerzo llegamos a Herreros, con su
fuente vieja, continuando dirección a Villaverde del Monte, no sin antes
atravesar de nuevo parajes singulares que dan identidad a la zona, con cercados
para el ganado y praderas con robles de gran tamaño, disfrutados por
generaciones que han ido dejando huella con casetas de madera construidas en su
ramas y ahora abandonadas. La ruta se hace circular al identificar la senda ya
pisada, ahora sin nieve y con sol. De Cidones vuelta a casa, felicitándonos por
haber decidido hacer la ruta y a Julián por su acertada decisión.
fuente vieja, continuando dirección a Villaverde del Monte, no sin antes
atravesar de nuevo parajes singulares que dan identidad a la zona, con cercados
para el ganado y praderas con robles de gran tamaño, disfrutados por
generaciones que han ido dejando huella con casetas de madera construidas en su
ramas y ahora abandonadas. La ruta se hace circular al identificar la senda ya
pisada, ahora sin nieve y con sol. De Cidones vuelta a casa, felicitándonos por
haber decidido hacer la ruta y a Julián por su acertada decisión.
Elisabel Crespo Martínez