Subida a la Peñota. 19-1-2019
Nublada mañana invernal. La fría estación a partir de hoy se recrudece, según cuentan los partes meteorológicos, pero la lluvia o nieve no se espera hasta el mediodía, así que nos da tiempo a llegarnos hasta uno de los lugares con mas encanto y misterio de nuestra provincia: La Fuentona.
Muriel de la Fuente, pueblo resguardado por la Sierra del Umbrazo es nuestro punto de salida hacia El Pico La Peñota.
Desde el pueblo comenzamos la ruta subiendo por una de sus calles que pronto se convierte en un camino de tierra dura con una fina capa blanca.
La niebla cubre todo el cielo pero está alta y no nos molesta para caminar, solo percibimos en nuestros rostros un sirimiri que se escapa de esa masa gris amenazante.
La temperatura nos parece bastante agradable.
Después del primer calentón, la pendiente se suaviza y continuamos ascendiendo poco a poco por un camino desde el que vemos zonas llanas dedicadas a cultivos, debajo de farallones calizos.
Nuestros guías nos dan el aviso de que vamos a entrar en un bosque de sabinas por lo que nos conviene reagruparnos y no perdernos de vista los unos a los otros.
Contemplamos la sabina Albar, con troncos tortuosos de color gris ceniza, corteza fibrosa y agrietada que se desprende en forma de tiras o fibras. Sus copas son densas color verde oscuro y con gran variedad de formas.
El piso ha cambiado porque el musgo ha aparecido sobre la tierra roja y entre las piedras, al amparo de los árboles que le proporcionan la humedad y umbría que precisa, e incluso se asienta en los troncos y ramas bajas de las sabinas.
En este paisaje la niebla nos va envolviendo según vamos ascendiendo. A nuestra izquierda tenemos un precipicio desde el que veríamos un valle fascinante si no tuviéramos esta bruma tan espesa y fría, porque ahora sentimos que el frío va aumentando y las sabinas se van cubriendo de un manto de escarcha, los líquenes en su ramas mas bajas también contribuyen a crear formas fantasmagóricas en estos árboles que se consideran una reliquia del terciario que ha sobrevivido hasta nuestros días.
No se nos escapan diversas fragancias, porque la sabina en si, es un árbol oloroso pero también identificamos aromas que surgen del empedrado terreno del bosque como tomillo, lavanda…el suelo está verde, jugoso y lleno de las pequeñas bayas moradas producidas por los troncos femeninos de las sabinas donde se encuentran las semillas.
Llegamos al pico envueltos en la niebla ya por completo. Una torre de vigilancia de incendios, un refugio y un punto geodésico se difuminan entre la bruma.
Si nos asomamos al mirador, el velo grisáceo es glacial y lo poco que podemos ver está congelado.
Hemos llegado a la sierra del Almuerzo y hoy somos bastante mas rápidos que otros días en tomar los bocadillos porque el álgido y húmedo ambiente se cuela entre nuestra ropa al quedarnos parados. Hoy Angel no tiene que azuzarnos; no hacemos tertulia; no nos estamos a dulces y tomamos el café calentito, con gusto, pero rápido. Una foto grupal rapidita también e iniciamos el descenso por el lado contrario de la colina.
A buen ritmo vamos bajando, con cuidado de no resbalar en las piedras con hielo y el calor va aumentando tanto en el ambiente como en nuestros cuerpos .Vemos en el horizonte que la niebla se empieza a disipar y apenas sin enterarnos de cómo y cuándo ha sido el cambio, vemos que los ocupantes del bosque han cambiado y pinos resineros y albares lo forman ahora.
Atravesamos una dehesa ganadera y vemos majadas construidas en piedra gris, alunas bien conservadas y otras derruidas.
Cruces de caminos que nos marcan Cabrejas del Pinar hacia un lado y la Fuentona hacia el otro. Seguimos las indicaciones hacia el famoso acuífero y llegamos a una torrentera empinada que tenemos que descender con mucho cuidado en algunos de sus tramos porque ramas, piedras, guijarros, areniscas…..se acumulan en el cauce y en sus alrededores. Dos laderas elevadas a ambos lados nos marcan el camino.
Llegamos al final del cauce seco, todos sin novedad y caemos encima de la que fue declarada Monumento Natural en 1998, La Fuentona:
Surgencia natural de la Sierra de Cabreras y lugar de nacimiento del río Abión, es uno de los lugares mas visitados de nuestra provincia .Todo un sistema hidrológico interno que mana al exterior en forma de surgencias, fuentes y cascadas; cavernas y grutas misteriosas en la entrañas de la montaña que se han intentado explorar, un lugar apasionante por dentro y por fuera.
La contemplamos desde arriba para observar su color esmeralda. Las cámaras de fotos y los móviles echan humo. Nos acercamos a su orilla para descubrir nenúfares, estrellas de agua y berros que se aprecian con toda claridad y no podía faltar nuestra foto de grupo reflejados en el espejo del agua.
Seguimos el curso del río que es lo único verde gracias a sus abundantes plantas acuáticas y está rodeado de chopos hoy desabrigados y grises que hacen juego con la acidez de la ladera que marca nuestro camino a la izquierda .En la parte alta de esta vertiente habita el buitre leonado y otras especies rapaces.
Los arroyos están congelados
Llegamos al pueblo al son de Paquito el chocolatero y otras tonadas que canta nuestro estimado Vicente y ahora de regreso nos fijamos en las esculturas que lo adornan y en sus casas, algunas de ellas en plena reconstrucción
Fin de ruta y comienza a llover, hemos llegado como siempre justo a tiempo, pero tendremos que volver para disfrutar del paisaje que se aprecia desde La Peñota en días claros: El triángulo formado por Picos de Urbión, Moncayo, y la Sierra de Ayllón en el Sistema Central.
La celebración de la jornada senderista de hoy es en la Venta Nueva, con sus impresionantes torreznos.
Primeras exitosas rutas del recién estrenado 2019 con nuevos senderistas recién incorporados a los que damos la bienvenida y a los que deseamos que disfruten ruteando con Soria paso a paso
Emi
Esta ruta esta grabada en el usuario “soriapasoapaso” en wikiloc:
Muy bonito!!! Emi
Gracias Emi, bonito relato.