De la Peñota a la Fuentona. (23/3/24)
Este sábado 23 de marzo es nuestra primera mañana senderista primaveral y no vamos a perder la oportunidad de aprovecharla recorriendo alguno de nuestros parajes sorianos, hoy el destino escogido es quizá uno de los mas conocidos y visitados de la provincia , se trata de” la Fuentona “, manantial natural situado entre los términos de Cabrejas del Pinar y Muriel dela Fuente, pero el también llamado “ojo de mar” será nuestro punto y final de la jornada andarina, antes subiremos a los altozanos que la cobijan.
Partimos desde los pies de la ermita de la Virgen del Valle que es la patrona de Muriel de la Fuente y cuya construcción es románica, de mediados del S.XII. Vemos su tejado y espadaña restaurados y su ábside de tambor desde la perspectiva inferior del aparcamiento de coches. Esta situada en una pequeña loma por lo que ya ganamos la mitad de la ladera cuando nos acercamos a observarla en detalle, fijándonos en su portada arcada y sencilla; seguimos un camino trazado en la falda de la montaña virando hacia la izquierda para acometer una potente subida que nos hace parar las conversaciones para emplear toda la potencia respiratoria en el esfuerzo, hasta cumbrear en las” ruinas de la vieja atalaya” desde donde oteamos nuestros coches, la ermita y el pueblo de Muriel sus campos y bosques, alguno muy famoso como el sabinar de Calatañazor.
Nos vamos dirigiendo hacia el oeste de la sierra de Cabrejas, caminamos por sus paramos calizos que son buen sustento para la sabina que es el árbol de cuya compañía disfrutamos hoy y a la sombra de alguna de ellas nos empezamos a quitar ropa. Llegamos al punto geodésico del Umbriazo (1.109m) pero en esta ocasión, no hay acróbata que se anime a encaramarse a su cilindro de cemento subiendo los corchetes metálicos que hay en su base
Es una mañana esplendida y continuamos cumbreando por camino llano ,pisando un terreno reconocido por nuestras botas que es suave, tipo alfombra, aunque hay zonas con rocas calizas en punta que parecen clavadas para hacernos tropezar; transitamos al filo de la sierra con la perspectiva de pinadas en la vaguada inferior hasta que el terreno se empina de nuevo para llevarnos al mirador de” la Peñota” que alberga la torre de incendios, vigía de la zona de pinares bajos, un punto geodésico y un refugio abierto al público. Todo ello nos da las circunstancias propicias para buscar acomodo y almorzar; la cumbre es una amplia pradera que nos permite encontrar nuestro lugar favorito: en el interior del refugio, a la sombra de sabinas o junto al precipicio para deleitarnos con las amplias vistas de pinares mientras reponemos fuerzas tomado el sol al mismo tiempo.
La Peñota es el punto de inflexión de la ruta, desde aquí iniciamos el regreso disfrutando del mismo paisaje de sabinas con líquenes y sorprendentes formas en sus troncos y ramas , musgo en el piso sintiendo un estupendo aroma de vez en cuando a tomillo y romero; se suman a la campiña los restos de tainas ganaderas abandonadas, nuestro caminar es agradable y tranquilo, sin dificultades hasta llegar a una torrentera que nos va a llevar a la fuentona donde el suelo es más deslizante, pero lo pasamos sin dificultad.
Como es habitual la fuentona tiene muchos visitantes y los caminantes azules invadimos la zona, la bordeamos disfrutando de sus aguas diáfanas y turquesas que dejan ver las rocas, la flora y la fauna de su interior o la observamos desde la gran roca que nos da la expectativa del gran ojo de mar y la partida del Abión hacia tierras del Burgo. Pero lo más asombroso de este lugar nos lo relatan los paneles informativos ya que bajo estas aguas se encuentra un complejísimo sistema de grutas, se podría decir que la fuentona es como un embudo geológico y nunca se ha llegado al fondo.
Seguimos el camino establecido y muy pateado para llegar hasta el hoy ausente” chorro de despeñalagua”, lo esperábamos con agua dadas las ultimas nevadas y lluvias, pero nos conformamos con alguna surgencia que nos encontramos en el camino y con el pequeño salto que el Abión hace al poco de salir de la laguna ya que la vuelta al aparcamiento la hacemos pegados al flaco izquierdo del río que desembocará en el Ucero, disfrutando del susurro del correr del agua y de su transparencia.
Son ya vacaciones de semana santa y al pasar por Calatañazor al mediodía, intuimos que el pueblo está lleno de turistas por la cantidad de coches que hay a su entrada, pero en este momento los pasopaseros ya vamos pensando en otra joya no de la naturaleza si no de la gastronomía soriana que son los torreznos de la Venta Nueva.
Emi
De vacaciones y fiel a la entrega semanal de tu relato !! Un placer leerlo y recordar la jornada de la primera ruta de la primavera en la Fuentona! Gracias Emi
De vacaciones y fiel a la entrega semanal de tu relato !! Un placer leerlo y recordar la jornada de la primera ruta de la primavera en la Fuentona! Gracias Emi