ALMARAIL-VALDESPINA

Hoy volvemos a las sobrias tierras dominadas por la Torrejalba. Pero en esta ocasión queremos contemplarlas desde la perspectiva que tenemos desde esta atalaya.
Nuestra reunión es en Almarail, pueblo- museo que ya recorrimos y disfrutamos en otra de nuestras rutas, pero esta vez nos acompaña su alcalde Juanjo y otras tres personas nacidas en esta comarca y a las que les apetece visitar y recordar su tierra.

Desde la parte alta del pueblo salimos a caminar Luis, Julián, Vicente, Rosa, Chus, Gema, Alicia, las personas ya citadas y Emi.

El panorama desde este lugar, al lado del monumento de las tres espigas (Paco Las Heras) es fantástico y aunque algunos ya habíamos disfrutado de él, hoy los campos lucen con diferentes colores, hoy predomina el verde intenso, el cielo es azul y la previsión es que vamos a tener una mañana con calor. La crema de protección solar ya está en nuestras mochilas.

Caminando entre los campos de cultivo y tras subir un “repechito” nos plantamos en lo alto del cerro dónde se aloja nuestro primer objetivo, la torre vigía.

Desde aquí podemos admirar la parte sur de la zona con otro torreón parejo a la atalaya que es la Torre de Moñux que también fue una antigua fortaleza musulmana .Nos podemos imaginar fuego encendido en cada una de las torres para establecer la comunicación.

Existe un punto geodésico en esta loma y hacemos una parada para hacer unas fotos.

Recorremos a lo largo este cerro y tenemos la oportunidad de observar una bandada de aves que salen asustadas, muchos insectos que recorren las tierras, vemos unos escarabajos muy curiosos largos negros y rojos por todas partes. Hay mucha actividad entre los bichitos..

Ya en la Torrejalba o Turujalba (1.078m), empleamos otro rato admirando y explorando esta torre musulmana que data del siglo X , que fue construida en mampostería y que conserva unos diez metros de altura, con muros de mas de un metro de espesor. Un cartel explicativo nos dice lo que avistamos desde aquí: Río Duero con su trazado, Ermita de la Virgen de la Solana, Cubo de la Solana, Valdespina, Puente de Eduardo Torroja…

Bajamos el cerro entre encinas y bosque bajo y llegamos a campos de cebada secos y tristes pero que invitaban a sumergirse entre el mar de espigas como hicieron Alicia y Gema.Algunas tierras que están abandonadas se han llenado de manzanilla.

Llegamos a Valdespina, pueblo que ya pertenece al partido judicial de Almazán y al municipio de Borjabad..Casas alineadas,bien conservadas algunas construídas de adobe y de una planta; recorremos sus calles silenciosas y despertamos la curiosidad de algún vecino con quien pueden hablar nuestros acompañantes que han pasado su infancia en este pueblo.

Ya tenemos hambre y necesitamos sombra para nuestro descanso por lo que decidimos dirigirnos a la Iglesia de Nuestra Sra. de la Asunción, buscando umbría en su atrio pero esta pequeña Iglesia no lo tiene, consta de una pequeña nave restaurada con su espadaña.

En su pared trasera encontramos el lugar ideal para almorzar .Por detrás de la Iglesia y en paralelo al pueblo, un canal de riego y una pequeña presa recogen las aguas del Duero, o tal vez de alguno de sus afluentes, asegurando el suministro vital a los campos.

Al salir del pueblo Juanjo nos tenía preparada una sorpresa, nos llevó a un precioso rincón en el Molino y por supuesto, perdemos otro ratito contemplándolo.

Desde aquí vamos siguiendo el curso del canal, vemos campos ahora de regadío por lo que tienen un aspecto magnífico y aprovechamos el riego que nos llega hasta el camino para refrescarnos.

Entre chopos y campos de cultivo vamos caminando bajo la ladera del cerro, coronado por la Torrejalba, estamos en la dehesa de Almarail y la atalaya es el mojón entre este pueblo y Valdespina. Los boquetes de la torre confluyen desde esta expectativa y se puede ver a su través.

Llegamos al azuz o presa de Almarail que es un pequeño embalse que sirve para derivar las aguas desde el Duero hacia el canal de Almazán que tiene una longitud de 60 km. y una superficie regable de unas 5.000 hectáreas.

El entorno de este lugar con chopos y vegetación ribereña es uno de los hábitat ornitológicos mas importantes de la provincia y según dejamos atrás el canal vemos pinos resineros que desprenden el aroma de sus entrañas.

 

Como es costumbre en nuestro grupo, cuando llegamos a lugares hermosos dejamos nuestro caminar para regocijarnos en ellos, hacer fotos y comentar lo que nos sugieren y en esta presa la inspiración llegó hasta el” Titanic”.

Nuestra siguiente parada fue la ermita de la Virgen del Duero, situada junto al Duero.
A poca distancia de ella, y cerca ya del pueblo, Juanjo nos invita a visitar un paraje con observatorio de aves. El observatorio en sí lo constituye una caseta construida a orillas del río con una ventana abierta en su lado norte desde se observa un paraje ideal como habitat para las diferentes especies propias de la zona. Lamentablemente no pudimos observar ningún tipo de ave. Juanjo nos explicó que a consecuencia de la construcción del observatorio, las aves se habían trasladado aguas abajo y ya no paraban en aquel espacio.

Llegados al pueblo, nos despedimos de nuestros acompañante dejando expresa satisfacción, tanto unos como otros, de haber compartido la extraordinaria jornada.

Emi