MANANTIALES DE VILLACIERVOS.
Un sencillo y corto recorrido de 9.88 km para reanudar la actividad de Soria paso a paso tras la última ola pandémica.
Comenzamos nuestra ansiada andanza en Villaciervos, a él llegamos tras recorrer 13km por la N-122 dirección Valladolid y al reencontrarnos de nuevo, nos saludamos todos con gran alegría porque estábamos deseando quedar para caminar nuevamente. A la cita hemos acudido bastantes senderistas por lo que se insiste en las medidas anti-covid que ya todos tan bien conocemos.
El sol está presidiendo un cielo azul y lo recibimos también con gran regocijo porque a estas alturas del invierno, nuestra Vitamina D debe estar en niveles muy bajos y creemos que va a ser una mañana ideal para reponerla.
Salimos del pueblo y un camino delimitado entre campos de labranza escarchados dirige nuestros pasos, nuestro ritmo es ligero incluso subimos la primera costana sin disminuirlo; llegamos a territorio algo más accidentado entre un conjunto de rocas para ver el manantial de los Pozos
que surge directamente del subsuelo Kárstico dando lugar a un pequeño estanque lleno de vegetación; hacemos una pequeña parada para disfrutar de este entorno y seguimos el curso del agua hasta que enfilamos otra subida por una ladera en la que van aumentando nuestros compañeros verticales que hoy son las sabinas.
Ya en la cima escuchamos potentes ladridos por los que sentimos un gran respeto y nos imaginamos que estamos cerca de ganado con guardianes infalibles, al poco nuestra intuición se hace realidad en un inmenso rebaño ovino dirigido por sus perros y por su pastor. El grupo de retaguardia pasamos un rato apurado porque no sabemos para dónde dirigir nuestros pasos puesto que no queremos interrumpir el curso del ganado, pero es tan numeroso que no conseguimos adivinar hacia donde se dirige. Finalmente optamos por quedarnos quietos y que nos circunden los animales y pasen por donde quieran. Este encuentro con este gran rebaño que hoy es excepcional hace años era muy habitual en este territorio, el ganado ovino y el oficio de pastor era uno de los más comunes y productivos. Hay unos antiguos y famosos dibujos pintados por Valeriano Bécquer en 1868 en los que se representan a los pastores de Villaciervos con capas blancas.
Otra muestra del pasado ganadero de esta comarca la tenemos un poco más hacia adelante, cuando llegamos a las Majadas del Frontal que son un conjunto de edificaciones construidas en piedra que hoy se están desmoronando.
Seguimos caminando en esta luminosa mañana por los campos calizos de la parte sur de la Sierra de Cabrejas hasta llegar al siguiente acuífero surgido de las entrañas calcáreas como el anterior, este se llama el Manantial de las Fuentes y siguiendo su curso llegamos a una extraordinaria y extensa pradera con un círculo de piedras blancas cuyo significado se nos escapa.
Este es el lugar ideal para cumplir las medidas covid en el momento de mayor riesgo de contagio que es cuando nos quitamos las mascarillas para almorzar. Sembramos toda la pradera de casacas azules para tomar el almuerzo, el sol nos inunda ahora y algunos escogemos un lugar cerca del agua para disfrutar también de su curso sereno y su límpido contenido.
De nuevo en el camino, encontramos una vez más una zona de majadas, éstas llamadas de las Carrasquillas en el mismo estado ruinoso que las anteriores.
Abordamos la subida más importante de la ruta hasta llegar al alto del cabezo El Santo, donde se encuentra una pequeña y rústica ermita de planta cuadrada dedicada a San Cristóbal y aunque solo podemos ver el exterior porque el pequeño santuario está cerrado, un ratoncito que se cuela por todos los sitios consigue una imagen del protagonista en su altar.
Desde la puerta de la ermita nuestra vista llega hasta la inmensidad en esta clara mañana, una topografía llana donde contrastan las tierras dedicadas al cereal con el sabinar arbóreo continuo y denso rodeado de los páramos calizos que se extienden por el sur hasta la sierra de Inodejo.
Unos pocos metros de bajada empinada y deslizante entre sabinas nos lleva de nuevo a un camino que serpentea entre campos ligeramente verdes ya, que nos hacen pensar en la inmediata primavera y al fondo de la escena destaca la torre de la Iglesia de S. Blas que nos marca la situación de Villaciervos, nos dirigimos hacia ella y ya de vuelta con la ruta finalizada nos fijamos en la arquitectura de casas bajas de piedra con chimeneas cónicas cuya forma facilitaba la curación de la matanza, pero quizá la más famosa edificación de este pueblo Soriano es la Torre del Reloj construida en 1884 y cuya finalidad era la de orientar a ganaderos y agricultores con sus campanadas.
Ruta de reiniciación que nos ha sabido a gloria y en la que además de los beneficios que cada uno de nosotros encuentra en el caminar hemos sentido que la primavera la tenemos próxima y hemos cumplido las medidas de protección contra el virus de forma rigurosa.
Gracias a Tod@s
Soria, 27 de febrero 2021
Emi