Por el Revinuesa alto, al circo glaciar de su nacimiento (21 de mayo de 2022).
Siempre me impresiona este paseo por la ribera alta del Revinuesa, entre sombras de pinos y hayas que forma la ladera de la cara norte del Zurraquín; tan distinto en cada momento dependiendo de la época del año y del agua que discurre por su cauce, la montaña nos muestra un paisaje de nieve, hielo, cascadas, musgos, colores del hayedo, pinar, musgo, flores, hongos, aves, mariposas, ……….y de poste el majestuoso circo entre el Zurraquín, Muela de Urbión y Hoyo oscuro, todo ello aderezado de los sonidos de la naturaleza incluido el del rio, animales y ese aroma al despertar de la mañana en el bosque de montaña.
Hoy el paisaje está especialmente bonito, la montaña suelta mucha agua, la nieve se regala y se dá a la naturaleza para darle vida, todavía queda algún nevero, la turba de la laguna empapada de agua nutre el cauce del Revinuesa que generoso, salta entre piedras y cascadas llenado el valle de sonidos, humedad, vida y belleza.
Nos juntamos 12 compañeros que, tras utilizar coches de rueda grande para pasar mejor por la pista y sus escorrentías, comenzamos la ruta sobre las 8,30. Ya el ambiente está plomizo, húmedo y la temperatura es alta para esta época del año. Nos recibe el valle que a esta hora está fresco, los pájaros reclaman atención para su apareamiento llenando el ambiente de sonidos, el rio nos comunica su descenso entre piedras, el aroma del bosque llena nuestros pulmones y ambos llenan de plenitud nuestra alma. Tras ataviarnos con nuestras pertenencias iniciamos la marcha y conversación.
Caminamos por una pista construida para poder entrar en el valle a sacar la madera y atender el ganado. La pista dispone de un piso empedrado que sorprende y que apunta a su antigüedad; suavemente vamos avanzando y ganado altura; se vislumbra del sol a la espalda, hasta que la pista se acaba en una explanada que permite a los camiones que sacan la madera dar la vuelta y cargar, algunas veces la utilizamos de aparcamiento. Aquí, y aprovechando el claro podemos avistar el Zurraquín que se manifiesta majestuoso e imponente,(2088 m) que desde nuestro punto de vista a (1.550 m) hace un desnivel de 538 metros desde nuestra posición a la cima en apenas un kilómetro de distancia, generando laderas intransitables y una sombra que provoca una zona húmeda y llena de vegetación, con neveros, musgos, muchos hayedos y un ambiente muy propicio para disfrutar de la montaña.
Terminado el camino nos acercamos al rio, ya a nuestro nivel, y por su margen izquierda vamos avanzando serpenteando en el terreno sin una traza de sendero definida. El rio salta, suena y lo inunda todo, el suelo está húmedo, encharcado en algunas partes. Disfrutamos de la mañana y el bosque, poniendo a partir de aquí especial atención el lugar en el que colocamos nuestras botas.
Poco a poco vamos avanzando encontrándonos los saltos de agua de frente, formando cascadas que procuramos visitar a nuestro paso, sin alejarnos del rio, tenemos que cruzar algún arroyo que lo alimenta, y al final cruzamos a la margen derecha del Revinuesa para terminar la subida al circo glaciar.
Las cascadas merecen siempre nuestra atención y nos recreamos en ellas, esta vez están bien nutridas y la mañana ayuda, el agua y la neblina que generan, aunque fresca, agradable.
En tramo final de la subida, serpenteamos las tremendas rocas que se han desgajado de la montaña y praderas tupidas de hierba baja, que, con las vistas del Zurraquín, y la falta de árboles, ya en esta zona, dejan un bonito paisaje de alta montaña, fresco y amable.
Como colofón el circo glaciar, éxtasis de sensaciones, Muela del Urbión al fondo derecha, por la izquierda el Zurraquín, al frente el cortado que soporta la laguna larga por donde se ve y escucha el sonido del agua que vierte la laguna y que da nacimiento al Revinuesa, más a la derecha el Hoyo Oscuro, algunas compañeras se quitan las botas y ponen sus pies el arroyo, fresco pero muy terapéutico.
Aquí aprovechamos para almorzar, son las 11h y hemos destinado 2,5 horas a subir 5 km, lo que prueba el tiempo destinado a disfrutar de la subida.
Tras el almuerzo comenzamos la bajada, esta vez sin acercarnos tanto a la ribera, por un trazado menos exigente, pero entre árboles, turba, riachuelos, pequeñas lagunas llenas de ranas, etc.
Llegamos a la pista sin mucha dificultad y tranquilamente terminamos la caminata de esta mañana, el calor ya es elevado y certifica la oportunidad de cambiar la ruta prevista esta semana por Alcubilla de Avellaneda.
Para terminar una cerveza y torrenillo en los Ronchales de Vinuesa, a la sombra, dan por terminada la mañana con los recuerdos de una magnifica jornada de senderismo en un paraje me llena de energía y que siempre disfruto.
José Antonio Martínez
Mayo 2022
Muy bonito relato José Antonio!!! Se nota que lo disfrutas casi tanto o más que yo. Jajajaja
Qué bonito !!!! vaya envidia leyéndolo, estoy de acuerdo contigo en que esta ruta es preciosa. Gracias por relatárnoslo tan bien y el lugar de la caña es Los Ranchales.