SIERRA DEL ALMUERZO  02/10/2021

 

 

Este sábado salimos de ruta a pesar de ser un día festivo en Soria, el 2 de octubre se celebra la festividad de San Saturio, Patrón de la ciudad.

El punto de encuentro es en la plaza de Suellacabras, somos once los senderistas que vamos hacia la Sierra del Almuerzo, en esta ocasión desde la vertiente sur, porque el grupo ya ha visitado en otras ocasiones esta Sierra, pero saliendo de Narros en la vertiente Norte.

Caminamos por una amplia pista de grava que va dibujando blancos e interminables meandros en la ladera. Las pistas que discurren por toda la Sierra se deben a la construcción y mantenimiento de los parques eólicos, por ellas han tenido que pasar enormes camiones cargando las grandes piezas que componen estos nuevos molinos de viento, que en algunos puntos de nuestra provincia también han tenido sus quijotes luchando para que el paisaje no sufriera una transformación tan brutal.

Las gigantescas figuras blancas de los aerogeneradores son ya parte de la Sierra y del paisaje que se divisa, por lejano que sea.

Durante el ascenso vamos viendo Suellacabras con su ermita, cada vez más lejanas, entre tierras de labrantío, ahora pardas, dispuestas para la labranza y a los lados sobre todo zarzales con alguna morera con frutos ya maduros y muchos escaramujos, bonitos acebos al borde del camino y otros cuyas hojas, a la luz del sol, emiten destellos en la lejanía…, pero es el pino silvestre y de bajo porte, el árbol que predomina por estas alturas.

A poco más de 5 Km de camino nos desviamos mínimamente de la pista y llegamos al punto geodésico, a la altitud más elevada que vamos a alcanzar hoy. En la sierra del Almuerzo hay dos cimas destacadas: Almuerzo (1.556 m) y Matute (1.429 m).

Deshacemos camino y tomamos el primer desvío de la pista, que seguimos hasta que concluye y, ya muy próximo, encontramos nuestro punto de destino, el que da nombre a la Sierra del Almuerzo, la mesa pétrea donde los Siete Infantes de Lara hicieron su último almuerzo antes de ser emboscados y decapitados por las tropas musulmanas aliadas con su tío Rodrigo Velázquez de Lara.

La leyenda de los Siete infantes de Lara, no es una más. Ramón Menéndez Pidal encontró indicios de la existencia de un antiguo Cantar de Gesta compuesto hacia el año 990 y desaparecido, que reconstruyó parcialmente y que sería, junto con el Cantar de Mío Cid y el Poema de Fernán González, uno de los más importantes cantares de gesta de la literatura castellana y el ejemplo más primitivo de épica española. Su testimonio más antiguo figura en la versión sanchina o ampliada de la Estoria de España (1284-1289).

En cambio, la leyenda del almuerzo es un añadido local a este relato épico que tiene como marco de su desenlace la frontera musulmana en tierras sorianas, concretamente el Valle del Araviana.

Estamos ante la mítica mesa, una piedra rectangular con aristas curvas en cuya cara superior se aprecian cazoletas insculpidas, canalillos y cruciformes. La mesa en cuestión es nada menos que un resto prehistórico del arte esquemático del Eneolítico.

Ante ella nos disponemos a tomar nuestro almuerzo, se pueden distinguir alguna inscripción, cazoletas, la forma de una cuchara y lo que parece la huella de un pie infantil.

En el entorno hay grandes bloques de piedra, algunas dispuestas alrededor de la mesa a modo de asientos, circundados por las plantas de gayuba que crecen entre las rocas y colorean el paisaje con sus pequeñas hojas de verde intenso y bolitas rojas, así como el brezo morado o las endrinas, bayas otoñales, que tenemos al alcance de la mano.

Sin duda es un lugar mágico, digno de la leyenda, según la cual, mientras los infantes almuerzan aparece la Virgen y les invita a oír misa en Omeñaca. Podemos leerla en el panel informativo de la fotografía.

Otra versión cuenta que mientras los infantes almorzaban apareció la virgen y les avisó de que un importante contingente musulmán les esperaba. Los infantes interrumpieron el almuerzo y en la mesa quedaron grabados platos, una cuchara, el píe de la Virgen…  Buscaron protección en la iglesia de Omeñaca donde, también milagrosamente, se abrieron siete arcos en el pórtico para dejarles paso. Se trata de una preciosa iglesia románica con galería porticada, tan frecuente en la provincia.

Pero no es esta la que lleva la advocación del Almuerzo. Es en Narros donde está la ermita y la imagen de la Ntra. Sra. del Almuerzo.

Devoción que data del siglo X, su leyenda narra que unos pastores estando en un cerro cercano a Narros oyeron el repicar de una campana y buscando el origen del sonido encontraron, dentro de una campana, una cruz y una talla de madera, escondidas ante el avance musulmán.

En su honor se celebran importantes romerías, cada cincuenta años se reúnen todos los pueblos de la concordia, en 1988 se acordó que cada cinco años acudirían los pueblos que componen el sexmo de San Juan y en la romería anual son cuatro los pueblos que representan la concordia.

Concluido el descanso en un lugar tan especial continuamos con nuestra ruta. Frente al camino se recorta la mole azulada del Moncayo, durante un trecho seguimos la misma pista por la que pasamos y después tomamos otro ramal para llegar por distinto camino a Suellacabras.

Entre las plantas que vemos durante el descenso encontramos la gayuba, que se mencionó anteriormente, fijando el terreno en algunos desniveles, es también una planta con propiedades medicinales, al igual que todas las plantas del entorno como la jara, las moras, brezo, acebo…  Posiblemente el escaramujo sea el más conocido en este ámbito, sin embargo, las endrinas tienen multitud de propiedades, ya sea mediante la infusión de sus flores, la decocción de sus hojas y corteza o consumiendo sus frutos, éstos también son el ingrediente básico del Pacharán, licor cuya primera referencia escrita data del año 1415.

La Sierra no es un vergel y sus plantas son las más humildes, pero forman una rica farmacia natural.

Llegamos a Suellacabras, especialmente conocido por San Caprasio, como se puede apreciar ambos topónimos poseen una connotación caprina.

La ermita, que dista 1 km del pueblo, formaba parte de un convento y está en proceso de restauración, actualmente la imagen de San Caprasio se encuentra en la ermita de la Virgen de la Blanca.

Ermita y santo son foco de algunas leyendas, una de ellas sobre Santiago que se refugia allí huyendo de una gran serpiente o dragón que era el maligno, quedando una huella del caballo impresa en la entrada.

En cuanto al santo titular, existen dos San Caprasio y ambos son nombrados en el libro de cuentas de la ermita. San Caprasio, Mártir de Agens que celebra su fiesta el 20 de octubre, la misma fecha en la que el pueblo tiene sus fiestas. Pero el atuendo clerical de la imagen se corresponde más con San Caprasio de Lérins, eremita y abad de un monasterio, cuya presencia ahuyentaba las serpientes.

Otra leyenda local cuenta que Caprasio era un ermitaño griego que un día vio a una joven pastora y pecó. Su castigo fue vagar por todo el mundo hasta encontrar un lugar idílico similar al paraje en el que cometió el pecado, donde fundar un monasterio y poder así purgar su pecado. El lugar elegido fue el entorno de Suellacabras.

Damos fe de los bonitos parajes que disfrutamos cuando hicimos una ruta por el nacimiento del río Alhama y las ruinas de la ermita del monasterio. Bellos paisajes, historia, curiosidades y leyendas tachonan los enclaves de la Sierra del Almuerzo, son pueblos austeros de clima duro que al igual que la Sierra no aparentan el enorme patrimonio natural y cultural que contienen y que ruta a ruta vamos descubriendo.

Ana María Abajo del Grado

2 Comments so far:

  1. Muy interesante, aprendiendo siempre algo nuevo. Una mañana fabulosa por territorios austeros como bien describes.
    La última foto es s.Capraso reformada? Igual se llegó allí el fotógrafo mas intrépido del grupo

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Posted by: soriapasoapaso on