Matamala de Almazán (10 noviembre 2018).
Otra vez la previsión meteorológica de lluvias, pese a ser certera no ha impedido el que nuestra actividad de senderismo semanal se haya podido desarrollar con normalidad, partimos de la ciudad con un ligero chirimiri, que cuando nos acercamos a Matamala, se va despejando, quedando una magnifica mañana para disfrutar de la ruta y compañía.
Hoy conocemos a Concha, recientemente incorporada al grupo, con quien esperamos compartir rutas y conversación durante mucho tiempo. ¡Bienvenida!!!!
El pinar en Matamala llega al casco urbano y pronto nos adentramos en él, en esta zona podemos observar una actividad resinera incipiente y que anteriormente ha formado parte del medio de vida del municipio, tal como demuestran las construcciones que hace años se realizaron par este fin.
La mañana esta blanda, con intervalos de este “calabobos” que nos hace intercalar chubasqueros y paraguas sin mucha uniformidad entre los participantes, pero que hace que la humedad, el pinar y la temperatura llenen nuestros pulmones de una sensación agradable que va dejando en sus respiraciones las tensiones, preocupaciones y devenir de la semana, y que, aderezado con las risas, conversaciones e imágenes que nuestra retina selecciona, y que nos recarga de energía.
Hoy paseamos entre pinos pinaster o resineros, aunque también observamos pinos silvestres y piñoneros.
Por otra parte, la época y humedad hace salir todo tipo de hongos, de los que podemos ver algún níscalo, que no cogemos al no tener la obligatoria cesta, y muchas lepiotas, que Alberto nos explica que las de más de 10 cm de diámetro no son toxicas y tienen muy buen paladar. También nos muestra “escobas de brujas de los pinos” similares a las que Luis nos enseñaba desde Valencia.
Visitamos la estación de tren, bien cuidada y escenario de la película del Doctor Zhivago allá por el año 1965 y que tanto impactó en la población Soriana de la época.
La vista a las secuoyas no la podemos realizar al pasar por el paraje, no encontrar al propietario que nos permita su acceso y observar perros sueltos, por lo que volvemos con el coche tras finalizar la ruta. Esta vez sí que podemos pedir permiso a las personas que habitan la propiedad y disfrutar de este magnífico jardín botánico con sus cedros, secuoyas, pinsapos, plátanos, etc.
Observamos y admiramos tan majestuosos ejemplares de secuoyas que nos impresionan, con su altura estimada por los participantes de unos 80 metros y donde nos recreamos en un espacio muy bien cuidado que nos llena de alegría y emoción, el tronco de uno ellos requiere de 5 de nosotros para abrazarlo!!!!.
No menos impactantes son otros magníficos ejemplares de Pinsapo, que es una variedad de abeto en peligro de extinción que puede alcanzar los 30 metros y el que aquí existe, puede ser uno de los escasos y mejores ejemplares de la provincia.
La ruta fue realizada por el grupo en febrero de 2017 con otros participantes, y la crónica se encuentra en el siguiente enlace:
http://soriapasoapaso.blogspot.com/2017/02/ruta-circular-por-matamala-de-almazan.html
Nuevamente orgullos de no haber hecho mucho caso al “hombre del tiempo” y de poder disfrutar de una magnifica mañana, y tras tomarnos nuestra cerveza en el bar del centro de día Gaya Nuño damos por concluida la jornada senderista del día.
Buen camino.
José Antonio Martínez
Que maravilla esos árboles. Gracias por tu relato. Genial Jose Antonio. Imagino una estupenda mañana de paseo y a Alberto documentando todo el recorrido