CERRO DE SAN JUAN

El 22 de abril volvía a caminar, tras dos meses de ausencia, con la ilusión de reencontrarme con los compañeros, aunque sólo con nueve de ellos pude hacerlo: Gema, Ana Bernal, Maribel , Chus, Enedina y Esther, Miguel, Julián y Ángel.
Con una temperatura de 2 grados, pero un cielo azul precioso y un sol radiante que nos acompañaron a lo largo de toda la mañana -sólo los gases desprendidos por los abundantes aviones que sobrevolaban nuestro espacio lo enturbiaban- nos dirigimos a Buitrago, punto inicial de nuestra ruta senderista.
Recorridos los 12 km que dista de Soria, Julián, conductor del primer coche nos llevó hasta la iglesia parroquial levantada en honor de San Esteban, de estilo gótico y cabecera del S. XVI. Allí aparcamos los coches, a la sombra. A la sombra los dejamos, pero no tuvo en cuenta Julián el movimiento de traslación de la Tierra y cuando volvimos el volante debía estar tan calentito que no se podía tocar.
Por la carretera SO-P-1146 nos dirigimos, ya con nuestras mochilas a la espalda, hacia Fuentelsaz y desde aquí a Aylloncillo y Pedraza términos incorporados junto con el de Portelrubio a su municipio.
Se trata de una zona eminentemente rural aunque con casas de nueva construcción y cuya principal fuente de riqueza proviene de los cultivos de cereales.

Aunque la zona de Buitrago está circundada en su parte más septentrional por el canal de su nombre, los sembrados presentaban una manifiesta ausencia del líquido elemento ya que la altura de los mismos presagian una cosecha perdida.
Dejamos a nuestra izquierda Fuentelsaz con su iglesia románica y a la salida del pueblo encontramos una fuente cuyo flujo propicia un arroyo y una zona arbolada.

Caminamos hacia Aylloncillo: planicie que nos permite ver en el horizonte las sierras de El Almuerzo, El Tiñoso, Santa Ana, San Marcos, Pico Frentes y Carcaña. Ya en la localidad nos entretenemos en observar el campanario en el que una de sus dos campanas mantiene su melena de madera mientras que la otra ha sido sustituida por otra de fragua moderna y muros de su iglesia típica de un románico rural en la que ventana de evidencia románica ha sido lamentablemente tapiada con piedra y cemento.

Hemos caminado un total 4,5 km.  y hemos ascendido 89 m. hasta salir de Pedraza (último pueblo que pasamos antes de iniciar el ascenso hasta el Cerro de San Juan (Vértice Geodésico a 1359 m de altitud).
Giramos a nuestra izquierda para adentrarnos en la zona denominada La Cuesta, topónimo que identifica perfectamente lo que tenemos por delante: 4’5 km de constante ascenso.
La vegetación cambia radicalmente. Nos  introducimos en un paraje de pinos pequeños con escasez foliar. Dudamos sobre la causa de la misma; la sequedad han sufrido nuestras tierras o la existencia de algunos nidos de procesionarias, aunque no apreciamos de abundancia de los mismos.
Nos faltan 600 m para llegar a la cima y tanto Ángel como Julián, conocedores del terreno nos anuncian de un repechón. Nos hemos adentrado en el terreno del parque eólico de Portelrubio perteneciente a Iberdrola y una potencia de 5 megavatios.
Superado el ascenso y las fotos de rigor, tomamos nuestro almuerzo apoyados en la columna del vértice geodésico.

 Aunque los mapas indican una altitud de 1.359m, nuestro gps nos indica que estamos a 1.409. La vista que se nos ofrece desde la cumbre, espectacular. Mapa en mano, Ángel va dando nombre a cada una de las cumbres se divisan: Cebollera, Urbión, Pico Frentes, Moncayo y los pueblos del valle del río Razón.

El descenso lo hacemos entre encinas jóvenes con una pendiente más pronunciada camino de Portelrubio y desde aquí coger la carretera que nos lleva hasta nuestro punto de partida.

 Total 17’8 km de recorrido.

En la Casa del Diezmo, en Buitrago, tomamos un refresco que alegraban nuestras gargantas. Allí se incorporó Agnelo que quiso compartir con nosotros un rato de tertulia.

Luis

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