Nacimiento del Duero

Era el 3 de octubre, en plenas fiestas de San Saturio, cuando afrontábamos la ruta que nos exigiría el mayor esfuerzo de las que hasta ese momento habíamos realizado.

Nos dirigimos en nuestros coches hasta el refugio de El Búnker, en el término de Duruelo de la Sierra, en el paraje de Peñas Blancas último punto de acceso con coche que no destaca por su belleza, pero sí si lo hace porque en él está la marca del GR- 86 que te llevará hasta el pico de Urbión.  Has allí llegamos habiendo dejado atrás el refugio de la Fuente del Berro.

El grupo lo formábamos Leli, Paloma y su marido, Maribel, Juanjo, Rosi, Carmen,  su hijo Iván, su marido que nos hizo de guía, Miguel y yo mismo.

Estamos a 1.800 m. de altitud. Frente al refugio cogimos el sendero con marcas del GR. Desde sus inmediaciones, tomamos hacia la derecha una vereda que parte a media ladera e inmediatamente cruza un arroyo. Tras unos minutos de camino, el sendero pasa junto a unos prados en donde se distinguen los restos de muros de piedras. En este punto abandonamos la vereda.

Aquí se desvía hacia la izquierda para atravesar los prados y enlazar, a unos metros más arriba, con el inicio de la senda que se dirige poco a poco hacia la derecha en busca del río Duero. Esta senda se dibuja entre la densa maleza de brezos de un pinar ralo. Pasados los dominios del pinar y poco antes de llegar a cortar con el arroyo del Duero, el sendero que llevamos pierde definición a la par que surgen otros senderos, algunos de ellos marcados por el paso del ganado. La manera más fácil y cómoda de seguir, es tomar el sendero que discurre por la margen izquierda del Duero, a unos cincuenta metros de éste por encima del pequeño perfil en «V» socavado por sus aguas.

En nuestro caminar nos vemos alcanzados y superados por un caballista con el que intercambiamos algunas palabras. El tabaco hace sus efectos y el marido de Paloma nos obliga a realizar un pequeño descanso.  A nuestra derecha observamos el cortado del Mojón Alto. Vistas preciosas van quedando atrás.

A la altura de las Fuentes del Duero el recorrido cruza el incipiente río y asciende por el margen derecho de la «V», la cual se va convirtiendo en una amplia vaguada a medida que se aproxima al Portillo Arenoso en la cuerda de Urbión. De aquí, gira a la izquierda y, en quince minutos de ascenso entre roquedos, llega a la cumbre de Urbión. que nos llevaría a nuestro objetivo.

Poco a poco llegamos al nacimiento de nuestro río a 2.000m, señalado en los mapas como fuentes del Duero. Agua fresca y cristalina que forma el arroyo que se convertirá en el río.

Nos entretenemos en probar el líquido elemento que, aunque fría, nuestras gargantas agradecen además de las fotos de rigor que el paraje exige.

De aquí a la cima del Urbión a 2. 228 m.  el recorrido es corto, pero exige esfuerzo. Eli, Paloma y su marido se quedan en el mirador mientras los demás ascendemos hasta la cruz donde hay que hacerse la foto de rigor.

El día, aunque soleado ofrece un viento frío por lo que tomamos el bocata donde nos está esperando los anteriores al abrigo de la roca, admirando el extenso paisaje que se nos ofrece.

El descenso lo hacemos prácticamente por el mismo sendero.

Cogemos nuestros coches y nos dirigimos a Castroviejo para comer en el espectacular paraje. Leli, Paloma y su marido no se quedaron a comer.

Después de comer hicimos el recorrido habitual para ver el valle del Duero desde el mirador natural y desde allí visitamos la cueva Serena a 1.300 m por el camino que sale a la izquierda del aparcamiento, encontramos a nuestra derecha la senda que nos lleva hasta la cueva.

  Una nueva ruta, nuevas experiencias, preciosos parajes.

Luis

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Posted by: soriapasoapaso on