FUENTES DE VALONSADERO

Este día fue el primero en el que tomé contacto con el grupo, en el que solo conocía a Luis y su yerno. Reconozco que estaba algo intrigado por  a quién más conocería en ese día.
Están esperando en el parking de la Casa del Guarda, haciendo corro, a algún miembro del grupo incluyéndome a mi; es el momento en el que llego y Luis, mi ex profesor de los escolapios,  abiertamente y en alto dijo:¡¡Hombre, Carlos!! Fue la manera de romper el hielo con el grupo. Para mí fue como si me echaran un capote, aunque no tengo problemas por conocer personas nuevas porque creo ser extrovertido.
Se inició la ruta. En principio, Luis fue mi aliado, después su yerno y luego poco a poco con los demás compañeros Carmen, Juanjo, Ana, Maribel, Leli y Pepe, entre los que vi que ya hacían una muy buena piña por la cercanía, confianza y alegría que reflejaban sus caras; vamos, que fue chupado adaptarme al grupo.
Llegados al Puente del Canto, giramos a nuestra izquierda para coger el margen derecho del río Pedrajas hasta coger el camino que lleva hasta el Azud de Buitrago.
Hicimos fotos en cada parada. Puente del Canto y las fuentes que encontramos tras las indicaciones.
La Fuente del Puente del Canto presenta
el aspecto de un pequeño pozo
de sección cuadrada, construido con
piedras de sillería que se hallaron enterradas
en su estado original.
La principal fuente del Monte Valonsadero,
la Fuente del Oro, cuyo nombre se
debe probablemente a la calidad de su
agua, nos muestra una piedra arenisca
de singular belleza, un prisma de 70
cm de altura cuyo interior fue vaciado
con herramienta manual en forma de
cilindro de 60 cm de diámetro.
Decidimos alargar nuestra ruta hasta el Azud de Buitrago. Me sorprendió pues llevaba muchos años sin ir y me pareció más cerca de lo que yo creía. Volveré a visitarlo tanto con la piragua, en bici o de caminata.
Una vez de vuelta del azud tenía la sensación de que se nos iba a hacer de noche; vamos que habíamos calculado un poco justo la vuelta.
En un descuido, Maribel tropezó con una raíz que sobresalía lo que la llevó al suelo provocándole la caída una pequeña hemorragia nasal. Luis aprovechó la ocasión para comentar la conveniencia de sacar la ficha federativa para estar cubiertos en posibles e imprevistos accidentes.
Llegando al parking, Juanjo nos obsequió con las barritas energéticas que nuestro cuerpo agradecía. Tras este momento fuimos al bar en el que tomamos una cervecita fresquita muy necesitada, al menos por mí.
Me agradó mucho el buen ambiente que se reflejaba en todos ellos. No cambiéis nunca, que así da gusto conocer gente nueva y volver a unir lazos que se habían roto por el paso del tiempo.
Un saludo !!!
Carlos