Recorriendo El Burgo de Osma y la hoz del Río Abión.19 de febrero de 2022

 

En cuanto leímos en la web el anuncio de este senderismo, supimos que nos esperaba una ruta monumental. Esta mañana nos reunimos en una plaza de toros, inaugurada el 16 de agosto de 1905 de estilo neomudéjar y que celebró su centenario en el 2005 por lo que tiene su puerta principal escoltada por una estatua de acero que representa el arte taurino y que fue tallada por Santiago Gimeno.

Se siente un clima cálido y tras un cafecito en el bar, comenzamos callejeando por esta fantástica villa observando su arquitectura popular con reminiscencias medievales , pasamos también por templos como la iglesia de S. Antón, vemos imágenes de vírgenes adornando fachadas y el último edifico al que llegamos antes de abandonar la población es el Seminario  Diocesano de Sto. Domingo de Guzmán: Gran construcción neoclásica, en el que hay una importante  biblioteca compuesta por unos 12.000 volúmenes y con varios incunables. Pero este seminario menor es fundamentalmente conocido porque aquí gracias a una comunidad educativa Diocesana perteneciente al obispado han sido formados muchos chicos y se ha cultivado la semilla de la vocación sacerdotal, entre estos alumnos se encuentra nuestro compañero Agnelo al que le trae muchos recuerdos de infancia y adolescencia este colegio.

Una curiosa función, menos conocida de este centro pero que está perfectamente documentada es la de campo de concentración al final de la guerra civil.

Dejamos a la izquierda esta gran construcción para iniciar  un buen repecho  viendo la parte trasera del seminario que era la residencia de curas  y llegando rápidamente  al cementerio municipal, seguimos  subiendo y tras atravesar  un pinar  vemos ya la cumbre ; se nota que es el inicio de la actividad porque tenemos mucha energía y llegamos al lomero  rápidamente,  para una vez aquí, parar en seco y no perdernos la amplísima  panorámica de la villa episcopal en la que descolla la torre de su catedral. Un panel informativo nos ayuda a identificar lo que avistamos y junto al mirador descubrimos una curiosa construcción que parte de una cueva y que se trata de la ermita de las Magdalenas. Aquí se encontraron tres pequeñas imágenes de vírgenes de las que no se sabe su origen, pero las gentes del Burgo les tienen mucha fe.

Seguimos ascendiendo, siguiendo un viacrucis hasta llegar a la Cruz del Siglo desde donde el panorama se amplía mucho más y nos ponemos al nivel del castillo medieval de Osma y próxima a él se encuentra la atalaya islámica coronando el cerro Castro en donde estuvo Uxama/Argaela, ciudad celtíbera -arévaca y en época visigoda llamada Oxoma.

Girando 90º vemos un gran abismo en cuyo fondo discurre tranquilamente el Abión, casi se nos había olvidado que tenemos un par de ríos importantes incluidos en la ruta de hoy por lo que nuestro sendero ahora va a ir empicado hacia abajo para llegar a los abismos del lugar.

Bajamos de forma suave recorriendo el monte de La Pedriza en el que encontramos otras dos lomas con antenas y miradores sobre el  precipicio, en nuestro camino admiramos también  la  atalaya  del Este, llamada  de Valdenarros que junto a las demás vetustas construcciones  en el contexto de la reconquista allá por el S.X  formaban un seguro sistema de comunicación y visualización, porque hay que añadir  al  sur  la fortaleza de Gormaz a la que podemos distinguir en la lejanía sobre su cerro y que  se nos representa como un gran barco   difuminado entre la bruma, al norte el Castillo de  Osma y al Oeste de este castillo su  torre vigía, es decir, todo un sistema defensivo con todos los flancos cubiertos.

El almuerzo se hace más rápido de lo habitual porque en estos adustos parajes no encontramos buen acomodo para sentarnos por lo que levantamos campamento rápido para seguir bajando por una pronunciada pendiente entre sabinas llenas de bayas para ya reunirnos con el río Abión en el puente de La Tejada, que está formado por un solo arco y tiene la particularidad de estar en curva. Desde esta zona rivereña con grandes árboles que tienen retorcidos y deformados troncos, giramos al noroeste para entrar en el cañón y caminar unos 3km siguiendo el curso del agua. Los buitres que no pueden faltar en cualquier cañón que se precie están hoy volando muy alto, pero alguno desciende a echarnos un vistazo un poco más de cerca. El camino es agradable y muy cómodo y pronto vamos identificando desde la profundidad del barranco las crestas desde las que nos asomábamos hace poco tiempo. Aunque el cañón está aletargado todavía por el frío invernal la imagen de nuevo del castillo de Osma en su colina al finalizar el paseo por el desfiladero hace que merezca la pena todo el apagado recorrido, también El Pozo de la Peña es un bonito rincón para disfrutar y hacernos alguna foto junto a un agua remansada de color turquesa.

Llegamos a la zona llamada de “dos aguas “donde el Abión se une al Ucero, este último llega al encuentro mas animado con una fuerte corriente, desde aquí y en poco tiempo el Ucero se agregará al Duero. Nuestros últimos pasos de la ruta son para atravesar “Lagüera “en la que hay zona verde junto al río y caminos para paseo y bicicleta, pasamos por la reconstruida y bizarra Torre del Agua que es la avanzadilla del Castillo de Osma y llegamos al puente romano que nos lleva a Osma-pueblo, llamado del Molino y nada más atravesarlo nos encontramos con la Ermita de Sta. Cristina de Osma con su portada renacentista y sus cigüeñas en su torre; en su interior está el cuerpo incorrupto de la santa.

Recorremos ahora la orilla derecha del Ucero por el parque del Carmen. Es mediodía y los Burgenses están en la calle, paseantes, deportistas, gente joven y gente mayor, bicicletas y carritos de bebés y hasta partido de futbol en el campo del Uxama, las jornadas de la Matanza que son famosas, están celebrándose también estos días. La instantánea grupal de hoy se hace sobre una de las pasarelas sobre el río Ucero y de aquí nos vamos a recorrer los lugares más famosos de la villa episcopal, declarada de interés turístico en 1962 y conjunto histórico artístico en 1993.

Todavía extramuros pasamos por el convento del Carmen, del S XVII, con imagen de la Virgen enmarcada en un frontal de ladrillo rojo y que es de origen carmelita.

Atravesamos la muralla por la única puerta que queda de ella que es la de S. Miguel donde leemos que este muro fue creado en el S.XV por el Obispo Pedro Montoya con fines protectores, también para evitar epidemias y para facilitar el cobro de impuestos.

El lugar central y punto de referencia del magnífico pueblo es la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción que fue levantada sobre otra románica creada por S. Pedro e Osma; es de origen Barroco, pero tiene una torre gótica levantada con posterioridad. Seguimos por la soportalada calle Mayor, pasando por el Palacio Episcopal, mandado construir en el S.XVI por el obispo Alfonso Enríquez y en el que destaca un arco conopial en su portada. En la Plaza Mayor hay dos destacados edificios el del Ayuntamiento que es una construcción neomudéjar de 1771y el del antiguo Hospital de S. Agustín del S. XV y reconstruido en el XVIII y en cuyo interior hoy se puede visitar una exposición sobre antigüedades que entra a ver alguna compañera.

Mientras vamos caminando por el pueblo y pensando en dónde nos tomamos el vermut hoy pasamos por la antigua Universidad de Sta. Catalina que funcionó entre 1550 y 1841, tal fue el esplendor de la villa que llegó a tener facultad. Su portada es muy bonita de estilo plateresco y con dos grandes escudos uno de los Acosta y otro de Felipe II.

Escogido el lugar para hacer nuestra despedida de ruta como cada sábado, reímos las bromas y compartimos los últimos momentos juntos. El único fallo de la mañana ha sido no tener unos torreznitos de acompañamiento al vermut porque estaban agotados en el bar.

Emi

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Posted by: soriapasoapaso on