OTERUELOS – PANTANO CUERDA DEL POZO.

13 de mayo de 2017.Hoy salimos a caminar desde el barrio de Oteruelos a 15km. de la capital Soriana.
Tras algún despiste en el horario de salida y algún incidente, ya reunidos José Antonio y Elisabel, Ángel y Ana, Julián, Alicia, Ana de la Hoz, Rosi, Ana Mª, Chus y Emi comenzamos nuestro caminar en una mañana con buena temperatura para esta actividad, con nubes y claros.

Un entorno de prados y bosques de robles es el paisaje con el que comenzamos; robles de distinto tamaño, algunos de ellos robustos con sus enormes ramas en candelabro. Transitamos por un camino de tierra bien definido, con múltiples charcos y barro porque estos días pasados por fin ha llovido un poco.

Según avanzamos los robles se van entremezclando con los pinos hasta llegar a un claro en el que nos sorprenden unos campos de cultivo y ahora a cielo abierto podemos ver a mano derecha la Sierra del Portillo dónde distinguimos la ermita de Ntra. Sra. del Castillo de El Royo.

El cielo es azul con nubes bajas y contrasta con el verde del campo.
Desde aquí nos introducimos en la senda del Duero y los pinos van predominando sobre los robles, estamos en una zona entre El Valle y Pinares a partir de aquí el pino silvestre / albar o serrano va tomando dominio del territorio, se va ascendiendo y las condiciones mejoran para que crezcan: mas altura y temperaturas mas bajas para dar lugar a magníficos ejemplares ya llegando a Vinuesa.

Llegamos a Vilviestre de los Nabos que es uno de los cuatro barrios pertenecientes al Ayuntamiento de El Royo y nos topamos con el Duero.

El pueblo está atractivo y pulcro con casas nuevas de piedra y madera con jardines, también hay parterres llenos de flores que adornan las calles.

Su iglesia parroquial está dedicada a San Martín de Tours y encima de su muro vemos lo que parece una estela funeraria medieval, similar a las que vimos en el despoblado de Azapiedra. Toda esta zona está incluida en la reserva de Urbión; el Duero discurre por la vega Cintora, tutelada por la sierra de Carcaña y la del Portillo.

Abandonamos el pueblo y continuamos por una senda de las mismas características para empezar a subir hacia el pantano; los robles ahora predominan sobre los pinos y el ganado vacuno nos contempla al pasar.

Abandonamos la senda del bosque y nos presentamos en la carretera, en la curva de “la plaza de toros” (la llamamos así porque es una curva muy larga y cerrada).

En el club náutico nos esperan Agnelo, Luis y el marido de Ana que ha llegado en bici.
Tomamos el ansiado almuerzo, repasamos el botiquín y cantamos una coplilla que Julián ha compuesto para el grupo y que nos comprometemos a aprender y a ensayar para cantarla mejor próximamente.

El pantano de la cuerda del pozo es también conocido por “Pantano de la Muedra”, nombre del pueblo que estaba en el valle y que fue anegado por su edificación. Todavía se puede contemplar la torre de la Iglesia en el centro del pantano.

Su construcción finalizó en 1941 y como muy bien nos explicó Jesús Boillos (El Pichi) es el primer pantano que regula al río Duero.

Tiene una altura de 36 m y una longitud de 425 m.

Se trata de una presa por gravedad, de planta curva construida aprovechando la orografía de la zona y éste es el origen de su nombre porque una” cuerda “se llama a crestones pétreos dispuestos en línea recta como los que forman la parte lateral del pantano y en esta zona, el Duero tenía un gran socavón o “pozo” por lo que se reconstruye artificialmente esta cuerda que ha vuelto a ser (como en tiempos pasados lo fue) un poderoso dique opuesto a la corriente.

Jesús nos cuenta muchas cosas sobre la historia y el funcionamiento de la presa. La parte técnica se nos escapa a la mayoría, solo los que conocen esta materia conversan con nuestro experto y preguntan.

Jesús nos cuenta que es una presa construida con hormigón pero también tiene algo de mampostería y que en ella trabajaron presos de la guerra civil.

Este pantano dispone de un aliviadero de superficie en el estribo izquierdo y dos desagües uno de fondo y otro intermedio.

640 m de galerías internas fueron lo que mas nos gustó: Una vez abierta la verja la galería se descubre interminable, con luces blancas tenues, equidistantes. En ella hay sistemas de medición para conocer el estado de la estructura de la presa .Pudimos ver puntos estratégicos donde se inyecta cemento líquido para reforzar la presa porque se va produciendo una descalcificación del cemento y por esto, sus galerías están blancas con pequeñas estalactitas de cal.

Péndulos para medir movimientos en la estructura, medidores de juntas para controlar si se separan las moles de hormigón… observando estas cosas y escuchando a Jesús vamos avanzando por la galería superior hasta salir al lado contrario.

Desde aquí volvemos a bajar a la hondonada para entrar en una galería inferior que es dónde se va recogiendo el agua que se filtra a través del hormigón. El caudal de filtración es importante y debe medirse A todos nos pareció que las pérdidas son muchas; es una galería con unas canalizaciones laterales dónde el agua cae por todas partes, pero Jesús explicó que las pérdidas son pocas.

Al salir todos buscamos el sol porque hacía mucho frío dentro de estos húmedos y lúgubres pasillos

Como despedida nuestro guía nos mostró un espectáculo de agua porque comenzó a evacuar por el desagüe de fondo y todos nos quedamos impresionados al ver como el chorro iba creciendo hasta formar un gigantesco surtidor.

Finalmente nos explicó detalles sobre las compuertas del aliviadero de superficie.

Hora del vermouth, pero dos personas tenemos que entrar a trabajar por lo que nos tenemos que conformar hoy sin tomarlo, pero el resto del grupo lo disfruta en el jardín del club náutico lleno de esculturas de madera.

SE DESPIDIERON Y EN EL ADIÓS YA ESTABA LA BIENVENIDA (Mario Benedetti).

Emi.

2 Comments so far:

  1. Esa bienvenida….Siento que era yo una de bien recibidas…
    Me sentó muy bien , despues de un periodo de descanso.
    Gracias por todo…
    Felicidades por la WEB.
    alicia

  2. «Caminar es una apertura al mundo. Restituye en el hombre el feliz sentimiento de su existencia.
    Lo sumerge en una forma activa de meditación que requiere una sensorialidad plena. […]
    Caminar es vivir el cuerpo, provisional o indefinidamente. Recurrir al bosque, a las rutas o a los senderos,
    no nos exime de nuestra responsabilidad, cada vez mayor, con los desórdenes del mundo,
    pero nos permite recobrar el aliento, aguzar los sentidos, renovar la curiosidad.
    El caminar es a menudo un rodeo para reencontrarse con uno mismo»

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Posted by: soriapasoapaso on